Girona y Levante se enfrentaban en el partido de vuelta de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, con un resultado favorable al conjunto granota de 0-2 en Montilivi, el Girona buscaba la proeza de clasificarse con un once plagado de los menos habituales, incluyendo al carrilero diestro Maxi Villa, con ficha del Peralada-Girona B. Por su parte, el conjunto de Muñiz quería hacer bueno el resultado cosechado en tierras catalanas, sin olvidar la Liga, con lo cual, tambiés sacó una alineación poco habitual.

El Girona empezó el partido muy concentrado, y pese a que Machín alineó a los jugadores menos habituales desde el primer momento se vio que las intenciones del conjunto catalán eran ir a por la eliminatoria.

El Levante, muy cómodo esperando al Girona en su área no se precipitaba en la salida del esférico y con el empate no quería correr riesgos para no sufrir y mantener su ventaja de dos goles intacta.

Los catalanes salieron con empuje, y antes llegar al minuto diez ya había intimidado a Langerak con un centro des de la izquierda de Marlos que remató en el segundo palo el jugador del filial Maxi Villa.

Con los de Machín asfixiando al Levante en la salida de balón, los granotas buscaron la velocidad de Boateng y Samu a la espalda de los centrales en varias ocasiones, pero Gorka muy atento, salió al corte fuera del límite del área.

El partido, travado y con poca continuidad en los primeros minutos, no se abrió un poco más hasta el minuto veinte, cuando entre Maxi Villa y Marlos, el mejor durante el primer tiempo, desequilibraron por la derecha, pero Olunga, que se había desmarcado muy bien al primer palo, remato cruzado y el balón se marchó por poco a la derecha de la portería de Langerak.

En el veinte y cinco, Carles Planas y Boateng chocaron de forma violenta en un duelo aéreo en el centro del campo y el de Sant Celoni tuvo que ser sustituido por Bambo Diaby, central también del filial.

Marlos y Maxi Villa volvieron a aliarse por banda derecha, y a partir de aquí llegó el primer tanto del encuentro. El colombiano cedido por el City la puso en el segundo palo, y Mójica, más atento que nadie se anticipó a su rival en el segundo palo y puso la punta de la bota para superar al meta del Levante.

La segunda mitad se inició con mucho más ritmo que la primera, el Girona siguió con las mismas intenciones y el mismo ritmo que en los primeros cuarenta y cinco minutos, con tranquilidad y a la espera de poder buscar espacios para crear peligro. Quien si cambió el planteamiento fue el Levante, que en los diez primeros minutos de la reanudación puso dos centros al área que pusieron en apuros a la defensa de los catalanes.

A medida que pasaban los minutos el Girona era consciente que necesitaba otro gol para remontar, y Machín introdujo a Boulaya por Bernardo, para situar a Timor en la zaga y poder sacar mejor el balón desde atrás y traspasar las líneas de presión del Levante con más facilidad.

En el minuto sesenta y ocho, Bambo Diaby estuvo apunto de hacer el segundo para el Girona, pero el central del filial catalán remató desviado por encima del travesaño.

En el 74', Morales aprovechó un mal rechace en defensa del Girona para sentenciar la eliminatoria. El delantero se apoderó del balón en la frontal del área y con mucha sangre fría superó a Gorka.

El tanto significó la tranquilidad para los de Muñiz, que se dedicaron en los últimos diez minutos a gestionar a la perfección el resultado.

El Levante ya espera rival en octavos de final de la Copa del Rey, mientras que el conjunto catalán de Pablo Machín se centrará únicamente en la competición doméstica.