El Girona sigue enamorando a Montilivi cada vez que juega. Si en el último partido disputado como local había ganado por 6 a 0 a Las Palmas y en sus visitas al Wanda y a la Rosaleda había arañado puntos, este domingo ha derrotado por 2 a 0 al Athletic Club de Bilbao. Curiosamente, los catalanes han repetido el mismo resultado que se produjo en la tercera jornada de liga en el Nuevo San Mamés. Ni la ligera llovizna ha amedrentado a un conjunto, el gerundense, que hace soñar a sus aficionados semana tras semana.

Machín dejó a Muniesa en el banquillo e intentó igualar el poderío aéreo vasco con Juanpe, que formó atrás con Bernardo y Ramalho, que conoce bien la casa bilbaína. El resto, lo esperado, con la novedad del 'Choco' Lozano esperando su turno en el banquillo. Ziganda sorprendió dejando a Aduriz sentado en el banco, mientras que el último fichaje rojiblanco, Íñigo Martínez, acompañó a Núñez en el eje de la zaga. La mejor noticia del partido fue el regreso de Yeray Álvarez. El de Barakaldo volvió a jugar tras un año parado, cuando se le diagnosticó un tumor testicular que ha superado en dos ocasiones.

El Girona golpea pronto

En los primeros compases del partido, el Girona buscó el arco de Herrerín, en una clara declaración de intenciones. El buen hacer de los hombres de Machín rápidamente encontró premio. Pablo Maffeo quiso rematar un balón y fue objeto de un claro derribo, por lo que Munuera Montero no dudó ni un instante en señalar la pena máxima. Stuani, quién si no, se encargó de transformarla para poner el primero de la tarde (1-0, min. 6). Los vascos reaccionaron bien al tanto y Williams, con un disparo lejano que llevaba mucha intención, estuvo a punto de sorprender a Bounou

Stuani volvió a tener una oportunidad, esta vez a balón parado, con un cabezazo que se marchó arriba. Las ocasiones, sin embargo, escasearon durante buena parte del primer acto. Muchas interrupciones y constantes balones largos buscando las espaldas de las zagas fueron una constante. Sin embargo, Montilivi despertó de golpe del letargo en el minuto 36. Maffeo pudo ampliar el marcador, con una volea perfecta que enganchó desde la frontal, pero el balón impactó en la cruceta y se marchó fuera. 

Hacía falta que el Athletic se despertara y lo hizo en el tramo final de la primera parte. Primero Williams avisó: balón filtrado de Beñat, el canterano se internó en el área y cruzó demasiado ante Bounou cuando este ya solo podía observar la trayectoria del esférico. Más clara fue, si cabe, la ocasión de Íñigo de chilena: su acrobático remate acabó en la cruceta. El marcador, sin embargo, no se movió y el penalti transformado por Stuani siguió valiendo en el descanso.

Mejora el Athletic pero Stuani sentencia

La pausa activó a los hombres del 'Cuco' Ziganda, que empezaron a mandar en lo que a posesión y llegadas se refiere. De hecho, una deficiente cesión de Ramalho a Bounou estuvo a punto de costarle muy caro al Girona, pero el marroquí solventó la papeleta en la que le puso su compañero. Los de Machín reaccionaron tras el dominio vasco y tuvieron una doble ocasión muy clara. Stuani remató al larguero y el rechazo lo mandó Ramalho justo por encima de la red.

Los de San Mamés buscaron sacudir el partido por medio del banquillo. Ziganda introdujo a Susaeta y Aduriz de una tacada, pero quien volvió a ver portería casi inmediatamente fue Stuani. El uruguayo no desaprovechó un centro perfecto de Portu, que Iago Herrerín vio pasar, y cabeceó al fondo de la red para establecer una cierta tranquilidad en Montilivi (2-0, min. 64). La gesta empezaba a ser muy complicada para los vascos, que capitularon poco a poco mientras iban pasando los minutos.

El cuadro catalán siguió disfrutando de alguna que otra llegada, pero con poco peligro. Granell probó los puños de Herrerín tras el lanzamiento de una falta directa, mientras que en la última ocasión del encuentro Aduriz mandó arriba un buen balón de Williams. Los leones sucumbieron ante el cuadro rojiblanco catalán, que cada vez tiene la salvación más cerca. El Girona suma y sigue.

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