Tras vencer el pasado martes por 1 a 0 al Celta de Vigo y entrar de lleno en la pugna por competir en Europa la temporada que viene, la actividad no se detiene para el Girona, que tiene este sábado una cita a partir de las 13h en el Estadio de la Cerámica, feudo del Villarreal. El equipo castellonense es precisamente el sexto clasificado, el equipo que marca el acceso a la competición continental para la campaña que viene, aunque quizá el séptimo de la tabla tenga también el derecho a viajar por el viejo continente la temporada 2018/19.

Pablo Machín, para dicho choque, repetirá la misma convocatoria que presentó entre semana en Montilivi, por lo que quedan fuera de ella los lesionados Gorka y Aday, mientras que Eloi, Alcalá y Olunga tampoco serán de la partida por decisión técnica. El técnico soriano ha explicado, además, que Stuani había sufrido un "problema de salud, no físico, nada que ver con los entrenamientos", que sin embargo "no debería afectarle para competir" en Castellón.

El objetivo es más ambicioso

Es evidente que el cambio del discurso del conjunto gerundense ha venido provocado por la gran campaña que están realizando los jugadores, especialmente tras la última victoria ante un rival directo como el conjunto celeste. "Si no hubiéramos ganado al Celta, no estaríamos tan cerca del Villarreal. Poco a poco nos damos cuenta que podemos competir con cualquier equipo", decía Machín. "A principio de temporada nadie pensaba que el Celta no nos ganaría o que seríamos un rival directo para el Villarreal".

Sin estar matemáticamente salvados, nadie esconde en 'can Girona' que las metas son ya más ambiciosas. "Nos tenemos que marcar nuevos retos", asegura el entrenador. "Si fuéramos un equipo grande, el mal menor sería un empate. La realidad es que no perder es bueno para nosotros, pero debemos considerarnos como un rival que va a salir a ganar. De hecho, en nuestra cabeza está ganar o empatar; no vamos a valorar la derrota", espeta Machín.

Preguntado por la gran racha del equipo en casa y los discretos números fuera, el de Gómara lo tiene claro: "Lo que hacemos es de locos. Si lo hiciéramos la mitad de bien fuera de casa que en casa estaríamos no en la Europa League, sino en la Champions", dijo entre risas. A nadie se le escapa, por ello, que volver a ganar lejos de Montilivi y hacerlo en el Estadio de la Cerámica sería, más si cabe, un gran punto de inflexión para el Girona. "En Segunda estábamos acostumbrados a ganar fuera, pero es difícil hacerlo en cualquier competición. Ganar al Villarreal sería dar un puñetazo sobre la mesa y también implicaría acordarnos de ganar fuera", añade Machín.

Un Villarreal 'top'

Sin aclarar si Mojica podría ser de la partida sin infiltraciones, o si Carles Planas gozaría de cierta continuidad tras su primera titularidad el pasado martes, Machín espera poder devolverle al Villarreal la victoria amarilla de la primera vuelta en Montilivi. "Tenemos la espinita clavada de un equipo que nos consiguió doblegar aquí. Tuvimos fases regulares y otras buenas pero no ganamos el partido", recuerda. Sea como sea, es evidente que el castellonense es un equipo puntero en Primera División: "Esperamos un Villarreal 'top' que nos lo pondrá muy difícil".

En aquel 1 a 2 del mes de octubre, destacó el delantero Cédric Bakambu, que anotó un doblete en los primeros 20 minutos, pero que se marchó al fútbol chino durante el mercado invernal. "Bakambu no está, deberán suplirlo, pero está Ünal y tienen alternativas porque han fichado piezas aquí", analizó Machín, que ha dado las claves del equipo de Javi Calleja: "Crecen a partir de la posesión de balón. Pueden jugar en rombo o, con Javi Fuego, con un doble pivote. Les gusta tener el balón, generan mucho juego y son ofensivos. Deberemos intentar que no se vean sus cualidades".