El partido del Granada en Balaídos se esperaba más ambicioso, más energécico y sobre todo, combinativo. Los hombres de Alcaraz consiguieron rescatar un punto en un duelo sufrido ante un Celta mejor, más correso y especialmente dominativo. Luis Enrique ganó la partida en la estrategia y su planteamiento táctico resultó efectivo, más aun en la primera parte. Al Granada le tocó sufrir, encerrarse atrás y ver como las acometidas del cuadro celeste se imponían constamente. Las dos bandas perfilaron la mejor imagen de este nuevo equipo y tanto Toni como Hugo Mallo se acomodaron en una demarcación de extremo que arremetían con mayor ahínco.

Los rojiblancos intentaron defender a lo largo del partido, pero nada más. Una falta de 'chispa' e imaginación que ni Brahimi, ni los dos centrocampistas (Fran Rico e Iturra) consiguieron embellecer en los noventa minutos. Solo el argentino Diego Buonanotte -que entraba en la segunda parte- logró avivar el juego de su equipo. Rápido e imaginativo. Elocuente y vivaz. Del mismo modo que en el duelo ante el Real Madrid. Esa fue la guinda que otorgó Alcaraz para darle un mejor sabor al pastel decaido y pasado. Buonanotte creció, apareció y lideró a un Granada sin alma, contemplativo y excesivamente fatigado.

El mediapunta se desenvolvió con maestría y consiguió lo que ninguno de sus compañeros: mover más el balón en campo contrario y hacer que el delantero de su equipo, Riki, se encontrase más cerca de la portería de Yoel. Punto y seguido. Capaz de encontrar los espacios necesarios y hacer daño a un Celta de Vigo excesivamente volcado en campo contrario y presionando arriba. Más peligroso y similar a lo que suele deparar el Fútbol Club Barcelona. El ex del Málaga agrandó las expectativas y finiquitó siempre que pudo. Atento a cualquier pase, a cualquier oportunidad de hacerle daño a un rival que veía pasar el tiempo sin acierto, pese a contar con un número de ocasiones ínfimamente mayor que el conjunto visitante.

La teoría funcionó bien con los tres cambios y el genio argentino, que había saltado al terreno de juego en detrimento de Dani Benítez -desparecido de más- resultó eficiente y resolutivo. Ese revulsivo que siempre ha querido el técnico granadino y que ratifica partido a partido con un sabor dulce y repetido. Buonanotte quiere, desea ser una pieza de peso e importancia en el Granada y las pautas, por el momento, funcionan. Capaz de todo. Encarándose a todos los oponentes y dando un plus de alegría al juego de un Granada perdido, impotente y sobre todo, atrasado. El gol de Piti rescató un valioso punto en un campo que esta temporada apunta a ser complicado. No obstante, el ex del Rayo afirmó lo que parece ser un guion claro para esta temporada: que el Granada tiene más pegada y acierto que años atrás.

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Sobre el autor
Jesús Albarracín
Coordinador y redactor del Granada CF. Vocación y profesión, todo en uno. En Granada CF TV, ABC Punto Radio Granada, Revista Oficial del Granada CF. Colaborador en RadioVAVEL.