El Granada CF sigue teniendo problemas en defensa. A falta de la finalización de la quinta jornada de liga, el conjunto de Paco Jémez es el equipo más goleado de la competición, con una media de más de dos goles por encuentro. A pesar de que el equipo andaluz ha visto puerta en todos los partidos ligueros, tendrá que mejorar la estabilidad defensiva si quiere ver recompensado ese acierto goleador.

El Granada comenzó la temporada en casa ante un Villarreal en horas bajas. De falta vino el primer tanto encajado por el club andaluz. En la segunda jornada, el equipo acudía a tierras insulares para enfrentarse a Las Palmas, donde se volvió a repetir la historia de la temporada pasada y el Granada salió goleado por 5-1. En ese partido, el equipo mostró una gran fragilidad defensiva, cuyo resultado no fue más abultado por la actuación del meta Ochoa.

De nuevo en casa, ante el Eibar, volvieron los fantasmas de la pasada campaña. Un gol en el descuento, ante un rival con 10, hizo callar a la grada, que veía cómo los granadinos se volvían a dejar puntos en casa. Antes, un gol desde 34 metros adelantó al conjunto vasco.

Quizás ante el Betis se pudo ver un Granada más compacto, aunque esa fragilidad defensiva seguía siendo demasiado vulnerable. Tras un 0-2 a favor, los de Jémez vieron cómo el Betis era capaz de igualar el encuentro. La expulsión de Vezo también complicó la defensa de la portería de Ochoa. Un centro por la banda, y una internada por el centro bastaron para empatar el encuentro. Ante el Athletic Club de Bilbao, un regalo de los andaluces en los despejes y un córner bastaron al Athletic para llevarse los tres puntos de Los Cármenes, al ganar por 1-2.

Son varias las combinaciones que hemos podido ver en la defensa. En el lateral izquierdo han pasado Gabriel Silva, Foulquier, Gastón Silva, Tabanou y Tito. En la zaga central han actuado Lombán, Vezo, Uche y Gastón Silva. Por otro lado, en el lateral izquierdo hemos podido ver a Tito y Foulquier. Aún, en la quinta jornada, Paco Jémez sigue sin encontrar esa combinación que resulte ser al equipo menos frágil defensivamente. Los balones aéreos, los errores individuales atrás y las malas ayudas a compañeros están costando muchos problemas atrás. El míster es consciente de ello y sabe que aún queda mucho trabajo que realizar para solucionar este problema.