Dos meses después la afición granadinista volvió a sonreir en el Nuevo Los Cármenes. El equipo granadino dio una alegría a una hinchada que ha sufrido mucho desde que se iniciara la temporada y que se ha desesperado en muchas ocasiones, pues ha visto como lo ofrecido sobre el césped iba deshaciendo poco a poco sus esperanzas y motivos para creer en la permanencia. Pero los hay, todavía queda camino y el equipo quiere hacer eterna la lucha una temporada más. Debe corresponder a aquel veterano socio que ha acompañado al equipo en la fría noche de lunes en Los Cármenes o a aquella niña que con ojos brillantes disfrutaba del partido junto a su padre. Aficionados como tantos otros que han disfrutado de la victoria sobre la UD Las Palmas, sufrida eso sí, como tantas otras.

Para esta 'batalla', la alineación del Granada CF volvió a presentar novedades por enésima jornada ya. El técnico granadino optó por una defensa formada por Saunier, Ingason y Gastón Silva , con Foulquier y Cuenca como carrileros. Se esperaba el debut de Héctor Hernández en el lateral zurdo, pero finalmente fue el uruguayo el que actuó. A la medular regresó Uche Agbo,  mientras que Sergi Samper no fue titular. En el lugar del catalán actuó Pereira. Las bandas fueron para el joven Aly Mallé y para Carcela, que regresó tras su paso por la Copa de África. La referencia en el ataque de los rojiblancos fue el delantero colombiano Adrián Ramos, jugador en el que la afición deposita gran parte de sus esperanzas de que el equipo mejore en la faceta goleadora para poder lograr las victorias que tanto necesita. 

La afición de Las Palmas esperaba el debut como titular de Jesé, pero el canario no actuó de incio. Quique Setién eligió un once formado por Javi Varas, Michel, Lemos, Bigas, D. Castellano, Vicente Gómez, Montoro, Viera, Boateng, Tana y Livaja para medirse a un Granada CF herido, al que ya goleó en el partido de la primera vuelta.

Los rojiblancos salieron muy enchufados dado el cariz del partido: a vida o muerte. Presión alta y lucha por cada balón, pero aparecieron las primeras imprecisiones arriba. Carcela realizó el primer chut a puerta, que se marchó fuera.

El conjunto amarillo no quería verse sometido a la presión del equipo nazarí y trató de salir de su campo. El primer acercamiento con peligro fue mediante un disparo de Tana que se marchó fuera (10'). Los rojiblancos canalizaron jugadas de peligro por medio del joven Aly Mallé. Puro atrevimiento el de Mali, que centró en dos ocasiones consecutivas al área pero no encontró rematador.

Pasado el cuarto de hora apareció Andreas Pereira para sacar un disparo 'mágico' con el que alojó el balón por toda la escuadra de la portería de Javi Varas. La afición estalló de júbilo al contemplar y poder celebrar un auténtico golazo. El Granada CF recuperó un balón que le llegó al belga de origen brasileño, quien controló el balón con la punta de la bota y lo elevó un poco para armar un disparo descomunal con el que anotó el 1-0. 

Celebración del gol de Pereira | Foto: AL Juárez
Celebración del gol de Pereira | Foto: AL Juárez

Acto seguido, en la UD Las Palmas no pudo continuar Michel por lesión y entró en su lugar David Simón (17'). Los amarillos apretaron y disfrutaron de algunas ocasiones, algunas bastantes claras. Pedro Bigas falló en su remate de cabeza desde el centro del área, que se fue ligeramente desviado tras una asistencia de Viera. 

El encuentro entró luego en una fase de varias interrupciones con faltas en el centro del campo. Pereira recibió la amarilla en una de ellas (31'). Y Las Palmas convirtió en buenas ocasiones algunas faltas más cercanas al área, como una con disparo de Viera que tuvo que desviar a córner Ochoa. Pero el conjunto de Setién cuando más cerca estuvo de empatar el marcador fue con un remate de cabeza de Bigas, que se encontraba prácticamente solo. El balón, por suerte para el Granada CF, se marchó fuera.

Antes de llegar al descanso, el conjunto nazarí apretó un poco más y tuvo buenas llegadas por la banda tanto con Aly Mallé, Cuenca como Foulquier. El francés, con alma de capitán, dio todo de sí y centró al área pero con imprecisión. La pelea de Adrián Ramos tampoco dio su fruto, pues la defensa amarilla estuvo atenta para despejar. El marcador se quedó así con el 1-0 al descanso.

Un resultado por fin amarrado

La segunda mitad comenzó con una clara ocasión para los locales con un centro de Ramos al que no llegó el joven Mallé. Muy activo el jugador de Mali, que ha llegado al primer equipo para quedarse, por eso lucha por cada balón como si fuera el último.

Pero Las Palmas no iba a permitir que el Granada CF disfrutase de una noche plácida y la victoria la mantuvo, pero con mucho sufrimiento. Ochoa tuvo que sacar sus reflejos para evitar el tanto de los amarillos en una doble ocasión de Montoro y Viera.

Ramos felicita a Ochoa tras una parada | Foto: AL Juárez
Ramos felicita a Ochoa tras una parada | Foto: AL Juárez

Carcela no continuó sobre el césped tras recibir un golpe en la nariz. En su lugar entró Boga. Setién también movió su banquillo y dio entrada a Jesé por Vicente Gómez. El ex del Real Madrid debutaba así con el equipo de su tierra. Entró con ganas y disfrutó de varias ocasiones, pero estuvo atento Ochoa para frenar sus disparos.

Varios jugadores se cargaron con amarilla cuando en el partido hubo muchas interrupciones por faltas en el centro del campo. Uche, Bigas y Adrián Ramos. El colegiado también amonestó a Saunier, en una jugada dudosa con Jesé y, casi al final, a Gastón Silva.

En el Granada CF debutó Héctor Hernández, que entró por el joven Mallé, muy aplaudido por la afición (75'). Setién puso en liza también a Halilovic por Livaja para que su equipo diera algún susto más a los rojiblancos, mientras que Alcaraz dio descanso a Adrián Ramos y optó por Kravets. Los canarios apretaron también en el tramo final y Ochoa tuvo que lucirse de nuevo, incluso en el tiempo de descuento. La defensa amarilla deshizo las jugadas a la contra que iniciaron los rojiblancos.

El pitido final fue un alivio tremendo para la afición del Granada CF, que saboreó una nueva victoria del equipo que le permite renovar su ilusión y seguir creyendo en que 'sí se puede'.

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