La falta de intensidad es una clara evidencia en los últimos compromisos del Granada. La pasividad defensiva ha condenado a Lucas Alcaraz a salir del equipo de sus amores por tercera vez, y ese hecho bien lo sabe Tony Adams. El inglés ha convocado para mañana una sesión doble de trabajo para empezar a cargar a los futbolistas de cara a la primera de las siete finales que quedan para obrar el milagro. Una cosa tiene bien clara el británico, "el que no corra, no va a jugar".

Al más puro estilo inglés

Adams conoce a la perfección la élite del fútbol al verse involucrado en el Arsenal durante la friolera de 40 años. Ha mamado del conjunto de Londres los pensamientos del más puro fútbol británico, aspecto que quiere imponer en el equipo andaluz. El trabajo para Tony Adams es innegociable. Cuando solo quedan siete jornadas para lograr el objetivo, la calidad pasa a un lado y la intensidad da un paso adelante. El inglés premiará con titularidades a quien más se lo gane en los entrenamientos, y no a quien mejor domine el balón técnicamente. 

La etapa de Adams en Granada arranca con una doble sesión de trabajo. A las diez y media de la mañana el equipo se ejercitará por primera vez, suponemos que una sesión más física que táctica. Aspecto que quedará para el entrenamiento vespertino de las cinco y media. Allí, Tony Adams dejará ver sus ideas para intentar evitar la catástrofe. Siendo un auténtico amante del fútbol inglés, el Granada no jugará con él un fútbol combinativo ni muy llamativo. La situación es crítica y lo prioritario es sacar los resultados sea como sea. Las fórmulas serán la intensidad, la fortaleza defensiva y aprovechar al máximo las jugadas a balón parado. Así será el nuevo Granada de Tony Adams.