El Granada CF ha descendido a Segunda División y lo ha hecho como el menos goleador de toda la temporada, tan solo 30 goles, seis por debajo del Leganés, dejando clara la nula eficacia goleadora de sus delanteros, que apenas han tenido continuidad pese a que Kravets ha acabado siendo el máximo goleador del equipo rojiblanco junto a Andreas Pereira y Carcela. Ponce, marcó el primer gol de la temporada pero su rendimiento ha sido un fracaso. Adrián Ramos llegó con esperanzas pero las lesiones han sido un impedimento para ver su gran nivel.

Artem Kravets

El futbolista ucraniano llegó al Granada en el mercado de fichajes veraniego y le ha costado mucho adaptarse al equipo. Poco se le puede reprochar, eso sí, porque ha conseguido hasta cinco goles, acabando como máximo artillero de la plantilla. Poca técnica y calidad pero sobrado de ganas. No ha tenido continuidad y salvo en los primeros meses con Alcaraz, ha ido desapareciendo tanto del banquillo como de las convocatorias.

Ezequiel Ponce

El argentino, con aires de soberbia en muchas ocasiones, no ha logrado triunfar en el equipo nazarí. Marcó el primer gol de la Liga ante el Villarreal. Falló un penalty en el Benito Villamarín que podía haber supuesto la primera victoria de Paco Jémez al frente del banquillo. Desde entonces, ha contado con pocas oportunidades, pero cuando las ha tenido no ha sido capaz de aprovecharlas. Dos goles en total, el segundo de ellos fue ante el Valencia, produciéndose un gesto grave, muy feo, impropio de un futbolista. El argentino mandó callar a la grada y la afición jamás se lo perdonará.

Adrián Ramos

Llegó en enero como máxima estrella y con la intención de salvar al equipo gracias a sus goles. En sus primeros partidos demostró que de calidad sabía un rato y fue ante el Betis en Los Cármenes cuando marcó sus dos primeros goles con el Granada CF. Sin embargo, cuando parecía que el equipo podía encontrar un delantero referencia, empezaron las lesiones, que lo han apartado justo en el mes decisivo para conseguir la permanencia. Volvió, pero era tarde. Marcó dos goles más. Uno de ellos en San Sebastián, donde el Granada certificó su descenso a Segunda División.