El Granada Club de Fútbol continúa con la operación salida’ y en la mañana del jueves le ha tocado el turno al atacante balear Sergi Guardiola. Ambas partes han llegado a un acuerdo para la rescisión de su contrato según anunció el propio club en un escueto comunicado. El delantero de Manacor pone así punto y final a su relación con la entidad nazarí, que ha durado una temporada y media.

Guardiola llegó en el mercado invernal de la 2015/2016 de rebote, tras ser rescindido por el FC Barcelona horas después de su contratación, debido a unos polémicos tweets escritos por el futbolista contra el club blaugrana y Cataluña.

Aterrizó en Granada para jugar en el filial rojiblanco, con el que hizo varios goles en la media campaña que disputó y rindió a buen nivel. Sin embargo, en el verano de 2016 se marchó cedido al Adelaide United de la liga australiana. Allí ha permanecido hasta diciembre, cuando regresó para enrolarse, también como cedido, en las filas del Real Murcia, con el que se ha quedado en los play-off en la lucha por el ascenso a Segunda.

Su marcha obedece a la búsqueda de un mayor protagonismo y, según apuntan varios medios, podría tener ofertas de Segunda División. Tras esta y la más que posible salida de Juanan Entrena, según la información publicada por Ideal, el Granada contará con tan solo nueve jugadores a estas alturas. Entre ellos se encuentran Rene Krhin y Rubén Pérez, que tampoco van a continuar en el club salvo sorpresa, por lo que el número de efectivos se reduce.

La pretemporada arranca el 11 de julio y el equipo técnico dirigido por Manolo Salvador tendrá que realizar una labor encomiable en tres semanas para proporcionar a José Luis Oltra el número mínimo de jugadores con los que poder empezar a trabajar.