Aunque aun faltan 44 días para que el mercado veraniego de fichajes cierre sus puertas y, por tanto, puede haber movimientos, la temporada que le espera al Granada Club de Fútbol será, entre otras denominaciones, la de los 'ex'. A estas alturas del periodo estival, hasta un total de 24 futbolistas, un entrenador y un presidente con pasado nazarí serán los que se encuentren enfrente los rojiblancos en su vuelta a Segunda División. Jugadores que gozaron de la gloria en la ciudad de la Alhambra, otros que pasaron de puntillas, alguno que ni llegó a debutar y varios que se curtieron en el filial granadinista.
El Cádiz, el que más
Cuando los de la 'Tacita de plata' visiten este año el Estadio de Los Cármenes se producirán muchos reencuentros. El más significativo, sin lugar a dudas, el que hará sentarse en el palco al hombre que presidió al Granada durante siete años de éxitos: Enrique Pina. Esta vez lo hará como dirigente del conjunto visitante, el Cádiz. En el césped, en principio, podría haber hasta cinco hombres con pasado rojiblanco, convirtiendo a los amarillos en el club de Segunda con más ex-nazaríes en sus filas. Estos serían el lateral Brian Oliván, una vez ejercida la opción de compra por los gaditanos; el mediocampista Eddy Silvestre, con papeletas para abandonar Cádiz; los extremos Álvaro García y Nico Hidalgo, que llegaron a debutar con el primer equipo granadino, y el delantero David Barral, de reciente incorporación. Si bien Carlos Calvo sigue perteneciendo a la disciplina amarilla, su salida parece cuestión de horas o días.
El segundo lugar del ranking de equipos con más 'ex' lo ocupa, hasta la fecha, el Córdoba CF. Sus tres jugadores que visitieron anteriormente la horizontal roja y blanca son delanteros y los tres se han unido a la escuadra califal este mismo verano. Jaime Romero, extremo proveniente de Osasuna y que pasó sin pena ni gloria por Granada, fue el único que estuvo en el primer equipo. Los otros dos, Jona Mejía y Sergi Guardiola, se curtieron en el 'B' pero no llegaron a jugar con los 'mayores'. El tercer lugar del escalafón del ranking se repartiría entre UD Almería (Antonio Marín y Pervis Estupiñán), Sporting de Gijón (Babin y Alex Bergantiños), Rayo Vallecano (Toño y Lass Bangoura) y Nástic de Tarragona (Stole Dimitrievski e Ikechukwu Uche).
Tres de la tierra y los héroes del ascenso
Entre la numerosa terna de futbolistas que defendieron la zamarra del Granada encontramos a tres que, ademas, nacieron o se criaron en la provincia. El más experimentado y el que más grato recuerdo dejó entre la afición es Abel Gómez. Aunque vió la vida en Sevilla de manera circustancial, se crió en Monachil. Formó parte de la plantilla que logró el último ascenso a Primera y de la que jugó en el retorno a la élite tres décadas después. Ahora se reencuentra con su pasado enrolado en las filas del Lorca CF, con el que ha conseguido promocionar de categoría por sexta vez en su carrera.
Carlos Ruiz, bastetano perteneciente al CD Tenerife, jugó en el Granada cuando este militaba en 2ª División B y sufrió en sus carnes la época de impagos que casi acaba con la existencia del club si no es por el movimiento de salvación encabezado por Ignacio Cuerva y la posterior llegada de Gino Pozzo. El último en la terna, nombrado anteriormente, es Nico Hidalgo, motrileño que jugó en el filial y que hizo su debut en el primer equipo en partido de Copa del Rey ante el Córdoba.
Si emotivos serán los reencuentros de los granadinos, más emotivos aún serán los que hagan volver a pisar Los Cármenes a los héroes que hicieron historia en el Granada. Cuatro de los integrantes de aquella memorable temporada en la que los nazaríes dejaban atrás 35 años de destierro y regresaba a Primera se verán las caras con el equipo en el que triunfaron. Si bien uno de ellos, Alex Bergantiños, no tuvo mucha participación, los tres restantes si fueron clave.
Roberto Fernández, ahora en el Lugo, defendió la meta andaluza durante varios años dejando una huella imborrable en la afición. Para el recuerdo, la noche en la que el 'Gato de Chantada' metió al Granada en la final del play-off de ascenso a Primera. Aquella velada de junio en el Coliseo del Zaidín, ante el Celta, Roberto paró un penalti y metió otro en la tanda fatídica, todo ello con un ojo amoratado tras un encontronazo con Iago Aspas en la ida. Defendiendo al portero de los ataques rivales se encontraba a Íñigo López. Indiscutible en la zaga formando pareja con Diego Mainz, el riojano marcó cuatro tantos en aquel curso y continuó en la élite. Por último, el ya mencionado Abel Gómez, que formó una sociedad temible con Dani Benítez, Orellana, Geijo e Ighalo arriba.
Un entrenador sin fortuna en Granada
Además de los ya reseñados y de Aridane (Osasuna), Diego González (Sevilla Atlético), Sulayman Marreh (Valladolid) y Edgar Badía (Reus), la campaña que arranca en poco más de un mes sentará en el banquillo rival de Los Cármenes a un entrenador que hace unos años se ocupó el local. Se trata de Juan Antonio Albacete Anquela, que dirige los mandos del nuevo Real Oviedo. Sin suerte al frente del Granada, el incansable jiennense se ha ganado el puesto en Pucela tras una exitosa temporada en el Huesca, donde metió a los aragoneses en el play-off de ascenso. Aunque a los pies de Sierra Nevada no le acompañaron los resultados, Anquela dejó un grato recuerdo, pues siempre fue de cara y trabajó al máximo pese a “pasarlo mal” y “no poder disfrutar de la experiencia en Primera”, cómo él mismo reconoció en su despedida.