Como si de una plaga bíblica se tratase, las lesiones están azotando al Granada Club de Fútbol desde el principio de temporada. La última en producirse ha sido la del centrocampista Raúl Baena, que se retiró en el minuto 15 del encuentro disputado en Soria por un pinchazo en la parte posterior de la pierna izquierda. Tras la exploración y las pruebas médicas posteriores se ha confirmado el peor de los presagios. El de Torrox sufre una rotura fibrilar del músculo soleo de la pierna izquierda y estará aproximadamente unas cuatro semanas de baja.

Otro contratiempo más para José Luis Oltra que ve como van cayendo una tras otra las piezas claves de su equipo. El primero fue Germán Sánchez en la segunda jornada. El central se fracturó el quinto metatarsiano del pie izquierdo y, tras casi dos meses de baja, ya se ha reincorporado al trabajo de grupo y su vuelta está muy próxima.

El siguiente en caer fue Adrián Ramos, en la sexta fecha del campeonato, ante el Córdoba, sufriendo una rotura fibrilar en el recto anterior del cuádriceps de la pierna izquierda. El diagnóstico fue de seis semanas de baja y actualmente realiza trabajo de campo sin incorporarse al grupo.

Más tarde llegó el turno a Sergio Peña con un esguince de clavícula en el encuentro clasificatorio para el Mundial de Rusia que disputó el jugador peruano ante la selección de Argentina. En la misma situación de trabajo que Ramos, su concurso en el próximo encuentro ante el Lorca está en el aire y, posteriormente, se volverá a incorporar con Perú para disputar la repesca mundialista ante Nueva Zelanda.

El último en caer fue Mathieu Saunier, que sintió unas molestias el pasado viernes y no fue convocado para el encuentro ante el Numancia. La baja de Baena supone una importante pérdida para el Granada, ya que el malagueño estaba siendo titular indiscutible en la medular. Su hueco será ocupado en las próximas semanas por Alberto Martín.