El Granada consiguió llevarse los tres puntos ante el Almería en el último suspiro del partido tras un derechazo de Pedro. El extremo salvó los muebles sobre la bocina tras el gol en el minuto 90 de los de Alcaraz, que empataban un encuentro que perdían por 2-0. 

Dejarse remontar un 2-0 jugando en casa ante un rival que apenas estaba generando peligro es impropio de un equipo que pretende optar a los puestos de ascenso directo a Primera División. Numerosos errores lastraron al conjunto nazarí en la segunda parte tras el primer gol de los almerienses. Los pupilos de Oltra se vieron asediados por el empuje visitante tras el tanto viéndose dominados por un equipo que hasta ese momento apenas había pisado campo rival. 

Al igual que pasó en Vallecas, la línea defensiva reculó más y más conforme pasaban los minutos, dando alas al adversario, que en el minuto 90 obtuvo el premio del empate tras una jugada a balón parado, al igual que en el primer gol y en el balón al larguero cinco minutos antes del tanto de Morcillo en el 90, dejando claro que la defensa de las jugadas de estrategia es una asignatura pendiente para Oltra. Además, la poca fluidez en la salida del balón de la pareja de centrales y el desacierto de cara a gol de Joselu fueron otros errores que llevaron al equipo al borde del abismo. 

Sin embargo, como bien dijo Oltra en rueda de prensa tras el partido, hay que hacer hincapié en la victoria del equipo en vez de en los errores cometidos ya que hubo "más aspectos positivos"

 El dominio de los nazaríes fue evidente durante la mayor parte del partido, viéndose levemente superado por el Almería tan solo en el tramo final. Hasta ese momento, el equipo tuvo el partido controlado, siendo dueño del balón en la primera mitad y controlando el encuentro tras el 2-0. Tan solo un golazo de falta ante el que nada pudo hacer Javi Varas perturbó la tranquilidad de los locales. 

Además, la capacidad de reacción tras verse empatado en el minuto 90 es otro punto importante que debe ser alabado. El equipo tiró de casta tras el mazazo y lo intentó hasta el último minuto, consiguiendo llevarse la victoria en la última jugada. A diferencia del año pasado, este Granada nunca baja los brazos y encima le acompaña esa pizca de fortuna propia de los equipos ganadores. 

Si a todo esto le sumas el gran estado de forma de Machís, erigiéndose una vez más como pilar fundamental, la gran actuación de Kunde, reafirmándose como mediocentro ante las bajas, o la flor de Pedro, salvador del equipo de nuevo, queda claro que los aciertos pesaron sobre los errores en un encuentro que devuelve al Granada a los puestos de ascenso directo, a la espera de los partidos de sus rivales.