El Granada tropezó este domingo en el Carlos Belmonte y comienza la segunda vuelta con una derrota preocupante, porque aleja las posibilidades de ascenso directo y no ocupa una plaza de playoffs de ascenso. El puesto de José Luis Oltra cada vez está más en peligro, por la imagen tan nefasta fuera de casa. El Albacete ha aprovechado sus pocas ocasiones para irse con tres puntos debajo del brazo.

Novedades en el once rojiblanco

José Luis Oltra decidió hacer varios cambios en el once, que fueron de grata sorpresa. En primer lugar, uno obligado. Montoro, por sanción, no podía jugar ante el Albacete, por lo que su sitio teóricamente sería ocupado por Raúl Baena. Sin embargo, una fiebre apartaría al jugador del equipo titular, siendo Alberto Martín quien ocuparía finalmente la posición de pivote defensivo, acompañando a Kunde. La otra (gran) novedad es la suplencia de Joselu, que desde el principio de temporada había salido siempre como titular. Rey Manaj ocuparía la posición de delantero, ganando incluso la partida al colombiano Adrián Ramos.

De poco a nada en el Carlos Belmonte

El Granada salió activo pero Dani Rodriguez marcó el gol inicial para el Albacete que dejó "tocados" a los de OltraEl partido comenzó con el dominio del balón para los rojiblancos, que se iban acercando poco a poco a la meta de Tomeu Nadal. El Granada probaría fortuna en los primeros compases hasta en dos ocasiones. Primero un disparo de Alex Martínez que rechazaría la barrera y segundo, Manaj, que lanzaría alto un remate desde dentro del área rematando un saque de esquina. Los de Oltra parecían estar cómodos en el verde, hasta que en el minuto 16, Dani Rodríguez movería el marcador. El Albacete aprovechó una jugada llena de rechaces en el área andaluza para que Dani, con un disparo raso, hiciera el 1-0, sin que Javi Varas pudiera atajarlo. Jarro grande de agua fría para el Granada que parecía llevar la iniciativa pero encajó un tanto antes de lo esperado.

[Foto Albacete Balompié]

Pasaron varios minutos hasta que de nuevo los visitantes pudieran volver a recobrar la confianza, aunque las ocasiones brillaron por su ausencia en la primera mitad, en la que la mayoría de jugadores rojiblancos estuvieron desconectados. Peña y Kunde, sobre todo. El experimento de Oltra de situar a Espinosa en banda izquierda no salía, y Manaj apenas logró conseguir ver puerta ante Tomeu que no tuvo que hacer apariciones destacadas en los primeros 45 minutos. Con ventaja por la mínima para el Albacete, se llegaba al tiempo de descanso.

Reacción insuficiente

Nada más comenzar el segundo acto, llegarían unos minutos de alta intensidad. El Granada salió más activo, y justo cuando se cumplían los 50 minutos de partido, Alex Martínez empató con un gol de falta directa. Impecable golpeo del lateral izquierdo rojiblanco que igualaba el marcador. Poco duraría la alegría en la parroquia visitante, porque un minuto después, el Albacete se volvería a adelantar con un gol de Aridane de cabeza, rematando un saque de falta que no defendió nada bien el cuadro granadino.

El ritmo en estos primeros minutos estaba siendo mucho más alto que todo lo visto en la primera mitad, y prueba de ello eran las amarillas que mostraba el joven colegiado, que expulsó por protestar a Enrique Martín, técnico del Albacete. Mientras tanto, José Luis Oltra no perdió más tiempo y decidió introducir a Adrián Ramos en el terreno de juego, cambiando el esquema inicial a un 4-4-2.

Pese al gran inicio de ambos equipos, conforme avanzaban los minutos, bajó el ritmo aunque el Granada lo seguía intentando, con más corazón que cabeza. Los rojiblancos abusaron demasiado del centro lateral, como toda la temporada, y solo eran rematados unos cuantos. Entraron Joselu y Puertas, pero ninguno fue capaz de crear más peligro que el ya visto anteriormente. El Albacete, en llegadas aisladas, tenía oportunidad para cerrar el partido pero finalmente el marcador no se movió y los locales vencieron por 2-1 ante un Granada inoperante e incapaz de romper la racha fuera de casa. Complicado si quiere ascender a Primera División. Adrián Ramos tuvo la última en sus botas, tras un buen movimiento con su pecho, pero el colombiano no está, aunque sí se le espera.