El Real Oviedo remontó en el Tartiere un partido que el Granada empezó ganando con gol de Kunde. Forlín, tras un error grosero de Varas, y el canterano Steven sellaron el triunfo asturiano en un encuentro marcado por la actuación de Arcediano Monescillo. El árbitro castellano-manchego perdonó dos agresiones a Christian y castigó una clara de Machís con roja directa.
Los nazaríes llegaron al Tartiere con la presión de saber que se encontraban a ocho puntos del ascenso directo. Demasiado para un equipo que aspira a lo máximo. Montoro era la principal novedad en el once, además de la ya sabida entrada de Joselu en lugar del lesionado Ramos. El resto, los mismos jugadores que habían cosechado dos derrotas seguidas contra Lugo y Nàstic.
Un error de Varas igualó el luminoso
El conjunto andaluz saltó con personalidad de equipo grande a Oviedo. Los rojiblancos tenían balón e intentaban hacer daño con Machís en el arranque. Los locales aguardaban pertrechados en su campo sin sufrir en demasía. Al Granada le faltaba acercarse con peligro a la portería rival. Asustar, en definitiva. Lo consiguió cuando el primer cuarto de hora estaba a punto de expirar. Joselu enganchó con la zurda un rechace de un córner y estrelló el esférico en el larguero.
El disparo a la madera despertó a los carbayones que, poco a poco, avanzaron metros y comenzaron a tener más balón. La igualdad era la tónica dominante en el tramo central de la primera parte. Ambos conjuntos carecían de precisión en el último pase para desequilibrar la balanza. Granada y Oviedo parecían haber firmado una tregua que se rompió con un pisotón de Christian a Agra sin opciones de disputar la pelota. El colegiado no pitó nada.
El partido se encaminaba al descanso cuando llegaron los goles. El primero fue de los granadinos. Mossa despejó de forma defectuosa a la frontal y Kunde no lo desaprovechó. Control con el pecho y disparo seco. Los nazaríes se ponían por delante a cinco minutos de marcharse a vestuarios. Demasiado tiempo en esta locura llamada fútbol. A uno del final, Varas intentó evitar que una cesión con la cabeza de Chico saliera a córner, pero no atrapó bien el balón y Forlín marcó a placer. Un fallo impropio en un portero de la experiencia del sevillano echaba por tierra la ventaja granadina.
Steven le puso la puntilla al Granada
La reanudación comenzó tan igualada como terminaron los primeros 45 minutos. Nadie quería perder, nadie se atrevía a dar un paso en falso. Como de costumbre, Kunde fue el más osado en las filas nazaríes. Un disparo suyo desde 25 metros rozó el palo de la meta asturiana. La respuesta de los locales llegó en botas de Mariga con un tiro que se marchó por encima de la portería de Varas.
En la siguiente, no perdonaron los asturianos. El recién ingresado Steven conectó, solo como la una, un centro de Mossa dentro del área y batió al portero del Granada pese a que en una primera instancia parecía que se iba a quedar con el esférico. Montoro, en una falta de atención, rompía el fuera de juego. La reacción de Oltra fue dar entada a Hjulsager en lugar de Agra. Cinco minutos después, volvió a mover el banquillo, pero esta vez por obligación. Christian Fernández golpeó en el cuello a Joselu y Manaj tuvo que sustituir al onubense. El ariete rojiblanco acabó en el hospital por precaución y el lateral carbayón continuó en el campo sin amonestación.
En lo futbolístico, el Granada fue incapaz de reaccionar. La entrada de Pedro por Álex Martínez tampoco surtió efecto. La impotencia de los andaluces se tradujo en la expulsión de Machís. El venezolano agredió a Viti después de que el zaguero ovetense intentara perder tiempo. Chistian Fernández consoló al vinotinto mientras se marchaba del campo. Sí…Christian.
No pudo ser peor la jornada para el Granada. A la derrota en el Tartiere, hay que añadirle los resultados de los rivales directos y las ausencias que acumula para el partido contra el Numancia. El Granada no podrá contar con Manaj, Machís, Peña, Víctor Díaz y Ramos para recibir a los sorianos. La duda es si estará Oltra…