Tras dos derrotas consecutivas frente a Sporting de Gijón y FC Barcelona, el equipo del sur de la capital española quiere resarcirse y volver a esa senda de buenos resultados que estaba labrando con tanto esfuerzo e ilusión. 

La muchachada de Asier Garitano comenzó con muchas ganas su histórica temporada en la divisón de oro del fútbol español. Tanto fue así que ganó en un campo complicado como es Balaídos y consiguió empatar al Atlético de Diego Pablo Simeone en un partido en el que tuvieron que dejarse la piel para lograr ese valioso punto. Un arranque de liga envidiable sin duda alguna. 

Pero llegó el parón de selecciones y el CD Leganés comenzó a salirse del camino. Primero una primera parte muy mejorable en El Molinón en la que encajaron dos goles, les hizo perder el encuentro a pesar de hacer una segunda mitad donde las sensaciones que dejaron fueron mucho mejores. En cambio, contra el conjunto blaugrana salieron sin complejos a comerse el mundo y disputaron de tú a tú el choque hasta el final. 

Los primeros quince minutos del partido del pasado sábado presionaron intenso arriba para frustar la salida de balón de los de Luis Enrique. El planteamiento era muy atrevido pero los jugadores blanquiazules llevaron a cabo el esquema de juego que les había señalado su técnico de una manera brillante, pero les condenaron los goles en los contragolpes que lanzaban Messi, Luis Suárez y Neymar, principalmente. 

Con el 1-5 en Butarque, ya son dos jornadas seguidas las que acumulan cayendo derrotados, pero por el contrario, su juego sigue siendo bueno. Ahora llega el partido de Riazor, donde los pepineros buscan que su juego se mantenga en esa dinámica ascendente y que el resultado refleje la superioridad que quieren tener sobre el tapete gallego. 

Dirigidos por un Gabriel Pires, que vive un momento dulce en el club tras ser de lejos el jugador más en forma de la plantilla, buscarán hacerse con tres puntos que son muy importantes de cara al objetivo de la salvación. 

Además, esos tres puntos servirían también para recuperar confianza en la plantilla y además, ascender algunos puestos en la clasificación, algo que es vital. El conjunto blanquiazul quiere poner punto y final a esta racha de malos resultados yendo a Coruña y haciéndose con la victoria ante un Estadio de Riazor que no regalará nada, pero donde el Leganés lo dará todo para celebrar el segundo triunfo de su temporada, curiosamente, de nuevo en tierras gallegas.