De nuevo no pudo ser. Y esta vez faltó muy poco. Al Lega se le volvieron a escapar ayer los tres puntos en Butarque, por lo que el equipo madrileño sigue sin conseguir una victoria como local. Perdió ante el Sevilla, que llevaba más de un año sin ganar como visitante.

El partido fue bonito. Se vieron hasta cinco goles durante los noventa minutos. El Lega, como ya hizo ante el Barcelona, quiso imponer una presión alta para dificultar la salida de balón del equipo de Sampaoli. Y lo consiguieron. Apagaron el fútbol del Sevilla durante los primeros veinte minutos, y las mejores ocasiones eran para los blanquiazules.

Cuando perdonas, lo pagas

Pero en una contra de los andaluces, Franco Vázquez iba a poner el 0-1 en el marcador. Hasta ese momento no había tenido el Sevilla ninguna llegada clara a la portería de Serantes. En cambio, Rico si se había visto en apuros en más de una ocasión. A partir del gol, el cuadro visitante supo hacerse con el control del balón para lo que quedaba de la primera mitad, y el marcador no se movió.

Ya en la segunda parte, el Lega salió a comerse al rival. En los dos primeros minutos volvió a gozar de dos ocasiones muy claras que no terminaron en gol. Todas estas ocasiones venían dadas por esa presión alta, y también por la  intensidad que los chicos de Garitano le estaban poniendo al partido. El Sevilla parecía un trapo en esos momentos del encuentro.

Pero de nuevo una jugada aislada daba un gol al equipo que ayer vestía de rojo. Escudero hizo una buena jugada individual, y Nasri, tras dos disparos y una gran parada de Serantes, ponía en 0-2 en el marcador. Parecía increíble que el Leganés fuese a perder ese partido.

El conjunto local, junto con su afición, no se rindieron, y Timor soltó un zapatazo desde la frontal para acortar distancias. Dos minutos después Szymanowski empataba el partido con una definición espléndida a la salida de Rico. "¡Sí se puede!" era el grito que hacía retumbar el Municipal de Butarque. 

Y no fue suficiente. Los pepineros lucharon durante todo el partido, y fueron ellos quienes demostraron querer los tres puntos. El Sevilla jugó sus cartas, y pensando más en su partido de Champions de la próxima semana. Pues bien, la victoria se iba para Nervión. Sarabia recogía en el minuto 84 un balón suelto en la frontal del que iba a hacer una maravilla. Golpeó con su pierna derecha y la puso en la misma escuadra. Imposible para Serantes. Era el 2-3. 

Si se juega siempre así, se termina ganando

No se puede decir que el partido de ayer lo perdiese el Lega a causa de errores graves o falta de actitud. Simplemente el Sevilla estuvo más afinado de cara a portería, y con la mitad de ocasiones, hizo más goles. Mantovani estuvo imperial. Timor se hizo el dueño y señor del medio del campo, y Omar Ramos estuvo de nuevo desequilibrante, como cada vez que sale. Szymanowski, de nuevo, anotando para el Lega. 

La primera victoria en casa tendrá que esperar, pero cada vez está más cerca.