La mala suerte se ha topado en el camino del Leganés durante este tramo de la temporada. Está perdiendo jugadores innegociables en el plantel de Garitano. El útimo de ellos, su portero de confianza, Serantes.

Esta tarde se ha sabido que Serantes se ha roto el cruzado, por lo que se perderá lo que resta de temporada. Un absoluto cúmulo de infortunio si sumamos las lesiones de Diego Rico, Szymanowski o Rober Ibáñez.

Le ha llegado la hora a Alberto Brignoli. El italiano aterrizó este verano en España con la intención de disputarle el puesto a Serantes, pero la verdad es que el de Baracaldo se ha mostrado muy seguro durante todos los partidos en los que le ha tocado defender los tres palos pepineros. 

Probablemente Brignoli es el mayor beneficiado de la lesión de Serantes, aunque obviamente le hubiese gustado ganarse el puesto en los entrenamientos y no a causa de la mala fortuna de un compañero de vestuario. Mañana jugará ante el Valencia su primer partido oficial defendiendo la camiseta del Lega.

No es ningún crío, pero la falta de inactividad puede que le pase factura. Lleva muchos meses sin jugar, por lo que sus compañeros tendrán que echarle un cable en situaciones comprometidas. 

Además, parece que en el Lega se han puesto manos a la obra. La lesión de Serantes es una de las más delicadas, y el club quiere fichar otro portero por si Brignoli no diese el nivel esperado. Se especula con que en las oficinas de Butarque se trabaja en conseguir la cesión de Herrerín, del Athletic, que a sus 28 tiene la madurez que necesita un portero para aguantar la presión. 

No hay más porteros en el equipo. Garitano tendrá que convocar al del Leganés B, Miguel Ángel, que tampoco sabe lo que es jugar con el primer equipo.