El día de ayer no fue uno de esos en los que la ciudad entera está de celebración, no fue de los días en los que toda la hinchada sale contenta del campo. Al Leganés se le atragantó y de qué manera, un Sporting que poco aportó al partido a lo largo de los noventa minutos. Llegó tres veces y marcó dos goles, como se suele decir. Los locales intentaron proponer juego, manejar el partido y estuvieron a punto de adelantarse en varias ocasiones pero la fortuna volvió a darles la espalda y acabaron perdiendo por cero goles a dos. 

Eran las cuatro de la tarde y a menos de quince minutos para que el colegiado del encuentro diese el pitido inicial, el tiempo se presentaba lluvioso, adelantando quizás, el devenir del encuentro. 

El club había pedido a su afición que acudieran todos a apoyar al equipo en un partido importante para ellos ya que se jugaban mucho más que tres puntos contra un rival directo en la pugna por la salvación. La hinchada, como acostumbra, acudió en masa a pesar de que el tiempo no acompañaba y no se cansó de animar en todo el partido. 

El Estadio Municipal de Butarque era como una orquesta en perfecta sinfonía: pitaban a coro todas las acciones rivales y aplaudían las propias. Mientras tanto, los jugadores pepineros buscaban la meta del 'Pichu' Cuéllar. 

El partido comenzó con un Leganés que se adueñó de la pelota buscando combinaciones por dentro y balones al espacio para Alberto Bueno o Guerrero que compartían punta de ataque aunque el recién llegado jugador del Oporto ocupaba la demarcación de medio centro ofensivo en vez de delantero, que es su posición natural. 

Los visitantes se defendían como podían enviando pelotazos a Traoré que a pesar de su gran envergadura no conseguía superar a la zaga blanquiazul. La primera ocasión que levantó al estadio pepinero fue un centro desde la banda derecha del Leganés que remató Guerrero, pasando a centímetros del palo derecho de la portería del equipo asturiano. 

Más tarde, fue Alberto Bueno quien impactaba la bola con un buen testarazo para enviar la pelota también muy cerca del poste. A partir de ese momento el partido se volvió aburrido con un estilo de juego que se basaba en buscar a los delanteros de uno y otro equipo a base de balones largos que cortaban los defensores de ambos bandos sin mucho esfuerzo. Y estábamos en el minuto quince. 

El Leganés entre tanto balonazo tuvo sus momentos de lucidez y trazó algunas jugadas de toque que arrancaron la ovación de la grada, pero no llegaron a concretar en los metros finales. Y con resultado 'gafas' se fueron ambos conjuntos al descanso. 

Salieron por el túnel para comenzar los segundos cuarenta y cinco minutos y  fue el Leganés quien comenzó proponiendo juego. Se le veía más centrado, con ideas algo más claras y jugando el esférico en posesiones algo más largas aunque tampoco en exceso. El Sporting seguía con su planteamiento inicial despejando desde atrás buscando que por suerte o habilidad el cuero acabase en las mallas de Herrerín. 

Y así fue. En el minuto 66 el Sporting sacaba un córner y en una de las pocas ocasiones de peligro que tuvo, Roberto Canella disparó desde la frontal tras un error fatal de Herrerín al intentar atrapar el balón el Leganés recibía el primer gol. 

Los locales se lanzaron en tromba a por el empate. El entrenador, Asier Garitano, dio entrada a Darwin Machís, Nabil El-Zhar y Luciano Neves para tener más pólvora en la zona de ataque pero no le funcionó. 

El entrenador del Sporting, por el contrario, sí que acertó con los cambios en concreto con el de Burgui. El canterano madridista salió y le dio muchísimos problemas a Bustinza que no podía sujetar a su par. Tanto fue así que en una jugada del '14' rojiblanco se plantó solo contra Herrerín y consiguió hacer el definitivo cero a dos con el que acabaría el encuentro. 

El Leganés se lanzó al ataque intentando la épica y tuvo algunas ocasiones de verdadero peligro pero Cuéllar se lanzó como un gato parando absolutamente todo para desesperación de los seguidores blanquiazules. Finalmente, fue el Sporting quien se hizo con tres puntos que le acercan al Leganés que sigue decimoséptimo por encima de los asturianos pero con un colchón de puntos notoriamente reducido.