El Leganés está en la cuerda floja. Cuatro derrotas consecutivas no levantan a los blanquiazules del filo del descenso y siguen coqueteando con la posibilidad de regresar a la División de Plata. El Lega necesita volver a ganar, volver a sumar tres puntos, tras los duros reveses sufridos en las dos últimas jornadas ante el Espanyol, con un gol de Baptistao en el último minuto que arrebató un valioso punto al equipo, y ante el Villarreal, con el escándalo del gol con la mano de Bakambú que, de nuevo, les dejó sin puntuar.

El conjunto pepinero acaricia los puntos, los saborea, los huele, pero no los atrapa. Si no es por un fortuito gol en el tiempo de descuento que tira todo el trabajo por la borda, es por un gol ilegal que no debió subir al marcador y, sino, por falta de acierto de cara a portería. Sea como sea, el Leganés es consciente de que debe dejar atrás los fantasmas y los fallos arbitrales para centrarse de lleno en una recta final que ya ha comenzado. Solo quedan cinco jornadas para que todo se decida en La Liga Santander, tanto por arriba, como por abajo. El descenso se decidirá sobre la bocina y, pese a la diferencia de cuatro puntos que el Lega mantiene con el Sporting, su más cercano perseguidor, todavía no hay nada dicho.

Tres de los cinco partidos que quedan de liga serán en Butarque

En Butarque nadie ha dejado de soñar con la permanencia, el apoyo a la plantilla es unánime y el optimismo se mantiene en el sur de Madrid. Precisamente ahí se decidirá el futuro del conjunto pepinero, en su casa, en Leganés. De los cinco partidos que quedan por disputar, tres de ellos serán en casa y ante tres rivales que, pese a que están por encima en la tabla, pueden competir en igualdad de condiciones. Las Palmas, Betis y Alavés serán los próximos tres equipos en pisar el verde de Butarque y el Lega deberá sacar el máximo de puntos posibles como local si quiere seguir siendo equipo de Primera División.

La absoluta comunión entre equipo y afición es ya una realidad, como lo ha sido durante toda la temporada. El Leganés necesita que Butarque vuelva a vestirse de gala y se llene hasta la bandera, para crear un ambiente hostil a sus rivales. Cada partido es, ahora, una final. Se ha acabado el tiempo para lamentaciones, solo vale remar y remar, aunque sea contracorriente, y el Lega ha demostrado saber hacerlo en más de una ocasión durante la presente temporada. El conjunto comandado por Asier Garitano dependen de sí mismos para lograr la salvación, objetivo por el que nadie duda que se dejarán la piel. Es el momento de hacerse grande en casa y de convertir a Butarque en un verdadero fortín.