Noviembre no es el mes del Leganés. El calendario liguero quiso que los pepineros se enfrentaran a Valencia y Barcelona en el penúltimo mes del año, así como situar el duelo ante el Sevilla justo antes de que terminara octubre. Esto ha dado lugar a tres partidos seguidos ante equipos que muy poderosos.

Dos victorias al comienzo de la Liga dieron paso a un mal comienzo del mes de septiembre, con sendas derrotas ante Eibar y Getafe. Sin embargo, desde entonces enlazaron una racha de cinco partidos sin perder en Liga, con tres victorias y dos empates, sin encajar ni un solo gol, además de la victoria en Copa ante el Valladolid por 1-2.

Sin embargo, cuatro días antes de comenzar noviembre, las cosas se empezaron a torcer con el duelo ante el Sevilla, perdido por 2-1 aunque con una buena imagen, logrando empatar el partido, con un tanto de Szymanowski desde el punto de penalti. Desde entonces, el equipo no ha conseguido marcar ni lograr puntuar.

Era una situación previsible viendo la dificultad de los rivales, aunque el Lega ha rendido bastante bien ante los tres. Con el objetivo de la salvación por bandera, sumar puntos en la primera vuelta es fundamental para no sufrir al final para mantener la categoría. Cada punto es muy valioso para ello, y de los últimos nueve en juego, no ha logrado ninguno.

La temporada pasada, el Leganés acabó el primer tramo de temporada con 18 puntos, tan solo uno más de los que suman actualmente, por lo que parece que se superaran los números y con mayor margen de error con respecto a los puestos de descenso.

La visita a Balaídos el próximo viernes y la vuelta de la eliminatoria de Copa del Rey contra el Valladolid cerraran el mes. Sacar algún punto de Galicia y pasar de ronda en el torneo del KO son las prioridades en este momento, para que noviembre no se convierta en un mes negro.