Lograr la permanencia es el principal objetivo del CD Leganés esta temporada. Siendo su segunda temporada en Primera División, mantenerse en los puestos de media tabla no puede ser el objetivo propuesto a pesar de que en este inicio de campaña ha conseguido lograrlo.

Actualmente se encuentra a 10 puntos del descenso, más de los que le separan de los puestos de Champions League. Sin embargo, el lema del vestuario sigue siendo "mantenerse con los pies en el suelo" y, a pesar de cosechar tres derrotas seguidas y perder el ritmo de los equipos de arriba, esa no es la preocupación del club que se centra únicamente en lograr los puntos necesarios para la salvación.

Pero el buen momento que atraviesa en liga le permite mirar de reojo a la otra competición, la Copa del Rey. La victoria en el José Zorrilla fueron el primer paso en el torneo y el próximo martes tendrá que certificar su pase a dieciseisavos de final. Compaginar las dos competiciones supone un aumento de fatiga y, a su vez, de confianza en el caso de cuajar buenas sensaciones. La pasada temporada el Valencia no dio opciones al conjunto pepinero y apenas pudo aspirar a ser protagonista en una copa en la cual lo fue el Alavés.

Equipos como Espanyol, Celta y Alavés han sido las revelaciones de las tres últimas ediciones de la Copa del Rey. Claro ejemplo de que los equipos de media tabla para abajo también pueden llegar a lograr hazañas en una competición en la cual siempre hay sorpresas. No es el caso del club blanquiazul, que nunca ha llegado ha tener una presencia notable.

Si el Leganés consigue lograr el objetivo al mismo tiempo que avanza rondas en la lucha copera, podría suponer un nuevo reto en la era Garitano. Pero lo primero, es lo primero.