Los partidos disputados en Butarque por el CD Leganés esta temporada están siendo dispares. El equipo suma dos victorias, dos empates y dos  derrotas, pero solo tres goles a favor y cinco en contra. Aunque el equilibro no es del todo malo, pues mejora al del año pasado a estas alturas, el balance de goles es bastante pobre y debe ser en casa donde un equipo de las características del Leganés cimiente su permanencia en Primera División.

La temporada pasada, el Leganés ganó cinco partidos como local en toda la temporada, empató seis y perdió el resto. De esas cinco victorias, cuatro llegaron en la segunda vuelta (ante Deportivo, Granada, Las Palmas y Betis), mientras que la primera y única victoria como local en la primera parte de la temporada fue ante Osasuna el 21 de noviembre por 2 a 0.  Antes de esta victoria, el equipo acumulaba cuatro derrotas consecutivas en casa, más el empate en la jornada inaugural ante el Atlético, sumando cuatro puntos.

A día de hoy, antes de enfrentarse al Villarreal el próximo domingo como ya hiciese el 3 de diciembre del pasado año, el equipo suma el doble de puntos gracias a  las victorias ante Alavés y Athletic Club y los empates ante Atlético y Girona. En total, ocho puntos en casa. Habiendo pasado ya el Barcelona y el Atlético, los 21 puntos que sumó el Leganés en casa la temporada pasada no parecen una quimera.

Respecto al balance de goles encontramos que el Leganés ha empeorado de cara a portería, pero ha mejorado en la parcela defensiva. A estas alturas de la temporada pasada, el equipo había anotado sies goles en Butarque frente a los solo tres de esta temporada (más el de Tito en Copa). Unos goles que aunque solo sirvieron para puntuar frente a Osasuna, evidencian la falta de gol que está teniendo el equipo. Pero, por otro lado, ha mejorado notablemente sus números defensivos. Cinco goles en seis partidos ha encajado el equipo de Garitano (tres de ellos frente al FC Barcelona) frente a los 12 goles que llevaba encajados a estas alturas la temporada pasada.

Butarque debe ser un fortín para el Leganés, sobre todo, ante rivales de la zona media y baja de la tabla. Para ello, el Leganés tiene que mejorar la puntería para aprovechar sus ocasiones e intentar conceder lo menos posible atrás.

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