El CD Leganés comienza el mes de diciembre con una racha de cuatro derrotas consecutivas en el campeonato de Liga.  A pesar de que la situación no es mala, el equipo está en media tabla con 17 puntos y clasificado a octavos de la Copa del Rey, las sensaciones no han sido del todo buenas el pasado mes de noviembre. Volver a la senda de la victoria el domingo que viene ante el Villarreal sería un punto de inflexión  y además tendría vital importancia de cara a la historia reciente del Leganés.

Hacer frente a las lesiones y a la mala racha

Es conocida la mala racha del Leganés en Liga, que ha dejado al equipo tocado anímicamente. A pesar de la enjundia de los rivales, Garitano sostenía que defendiendo así iba a ser complicado mantener la categoría. En el partido de la jornada pasada, el Celta no encontró el segundo gol, pero oportunidades no le faltaron. Las lesiones obligaron al entrenador vasco a formar con una defensa de circunstancias frente al Valladolid con dos laterales, Bustinza y Raúl García. Para este domingo, Garitano espera recuperar a Ezequiel Muñoz y Mauro Dos Santos que han trabajado con el grupo y podrán estar disponibles. A pesar de ello, sigue siendo duda Amrabat con molestias, que se sumarían a las ya conocidas bajas de Siovas, Brasanac y Omar.

El Leganés ha convivido desde su ascenso a Primera División muchas lesiones de jugadores importantes, pero siempre se ha repuesto.  La victoria en Copa, a pesar de que pudo encajar algún gol, le da Garitano y a su equipo confianza para afrontar los partidos que vienen.

Primera victoria ante un grande

El equipo pepinero todavía busca su primera victoria ante alguno de los equipos más poderosos del campeonato. Es algo que no ha conseguido en el año y medio que lleva el Leganés en Primera División. Sus dos empates ante el Atlético en Butarque y empate en el Sánchez Pizjuán han sido sus mejores actuaciones en lo que a partidos contra equipos de Champions respecta. No ha podido rascar un punto ni a Real Madrid ni a Barcelona ni a Valencia. Frente a su rival de este domingo, el Villareal, cuya visita coincidirá en la misma fecha que el Leganés-Villarreal la temporada pasada, sí que se consiguió un empate en Butarque y solo un gol con la mano de Cedric Bakambu pudo doblegar a los de Garitano en el Estadio de la Cerámica. Los pepineros no olvidan ese partido y buscan revancha.

Para ello, Asier Garitano debe encontrar la fórmula para frenar a la dupla Bakambu-Bacca que anda muy en forma en las últimas fechas. Los tres goles que sirvieron para remontar la eliminatoria ante la Ponferradina tuvieron el sello del congoleño y el colombiano. Aunque no está en Champions esta temporada, una victoria frente al Villarreal sería una de las más importantes en la historia del equipo pepinero.

Dejar “la mitad” del trabajo hecho

Un triunfo frente al submarino amarillo significaría llegar a los 20 puntos que siempre se ha considerado la mitad de los hipotéticos 40 que necesita un equipo para lograr la salvación. El Leganés no alcanzó los 20 puntos la temporada pasada hasta la 24ª jornada del campeonato. El 25 de febrero de este año, goleó por cuatro goles a cero al Deportivo de la Coruña para alcanzar los 21 puntos.

Sí es cierto que el año pasado, la salvación estuvo barata, pues el Leganés acabó salvándose sumando solamente 35 puntos. A pesar de ello, lograr 20 puntos antes de las vacaciones de Navidad es algo que hubiese firmado Garitano a principio de temporada. De hacerlo el domingo lo conseguiría más de dos meses y medio antes que el año pasado.

Un reto complicado el del Leganés este domingo, pero un triunfo puede ser el impulso definitivo para recuperar la buena dinámica, conseguir algo histórico y mirar la clasificación con mucha tranquilidad en estas fechas.