Atasco en el sur de Madrid. En esta ocasión no tiene que ver nada con tema de carreteras ni nada relacionado con el tráfico, tiene que ver con el CD Leganés. Tras la derrota sufrida el pasado sábado frente al Deportivo por 1-0 en Riazor, muchas fueron las críticas debido a la mala faceta ofensiva del equipo ese día. Con poco acierto de cara a puerta, pocas fueron las ocasiones que generaron los de Garitano que parecía que no iba con ellos el partido. Ni el coraje de Beauvue, ni la capitanía de Szymanowski, ni el toque de Gabriel hicieron que el 'Lega' le diese la vuelta al partido.

La magia que atesoraron y demostraron frente al Villarreal remontando el 0-1 inicial para convertirlo en 3-1 se la gastaron ese día en Butarque. El coraje y la garra que demostraron los pupilos de Garitano ese día no tuvo absolutamente nada que ver con el Leganés de Riazor. Un equipo apagado, sin alma, que vio como ni sus principales bazas en la ofensiva fueron capaces de hacer nada. No conectaron ni un solo disparo a puerta en los noventa minutos y tan solo consiguieron ejecutar tres remates. Ni la entrada de Gumbau, ni la de Amrabat, ni la de Naranjo hicieron nada por cambiar la dinámica negativa del partido.

La alineación no puede ser una excusa porque estaban prácticamente todos. Bien es cierto que esta defensa no deja de ser un experimento porque no tiene ningún central disponible Garitano, pero por el resto, todo titulares. Volvió El Zhar que realizó una gran actuación frente al Villarreal pero que en Riazor no se le vio por ningún lado. Szymanowski volvió a ser sustituido antes de la hora de partido, y ni con dos delanteros en el verde fueron capaces de anotar un solo gol. Naranjo sigue sin ser el jugador revolucionario del banquillo aunque todavía le queda mucho por aprender. Semana libre la que tendrá ahora el Leganés porque no jugará frente al Real Madrid debido a que los blancos estarán disputando el Mundialito. Por lo tanto, tiempo para buscar fallos y para mejorar errores que el Leganés no puede volver a cometer.