Se avecina noche de viernes complicada. El Leganés visita Montilivi con hambriento de volver a devorar una victoria. Pero no solo quiere saciar su hambre, sino que también su olfato de cara a gol. El ligero bache que atraviesa puede llegar a su fin en el día de hoy. Ahora, tendrá que superar a un equipo que no da tregua a ningún rival.

El principal problema a resolver se encuentra entre los tres palos de la portería enemiga. Aquella zona del campo que en los últimos partidos parecía no existir. Tras Getafe, Sevilla y Éibar quedó demostrado el ligero bache que atraviesan los atacantes. No solo la falta de gol, sino también a la hora de intentarlo. 

La vuelta de Beauvue al once puede ser decisiva. Tres jornadas ligueras acumula ya sin aparecer en el once inicial. Guerrero fue el protagonista en la punta de ataque, pero no ha logrado cumplir de cara a gol. Todo apunta a que retomará su sitio, con El Zhar y Amrabat en los costados y Eraso por detrás. Así estará formada la zona ofensiva del Leganés, con un solo propósito en mente, el gol.

En la zaga madrileña todo se encuentra bajo control. Si es verdad que el pequeño desliz ante el Eibar en los últimos minutos costó un punto. No obstante, cuajaron un gran partido, continuamente contra las cuerdas debido a los ataques del conjunto armero y aguantando el resultado hasta los instantes finales.

Garitano cuenta con otro notable problema. Las bajas vuelven a acoger toda la importancia del combinado pepinero. Brasanac, Gabriel, Omar, Tito, Siovas y Mauro Dos Santos, a los que se suma la ya habitual ausencia de Szymanowski, no se encuentran disponibles para enfrentarse al Girona. Por ello, el técnico vasco se ha visto obligado a 'pescar' en la cantera. Mozo y Sierra son los dos jóvenes elegidos para completar la eliminatoria.