El miedo ha llegado y se ha confirmado. Parecía algo efímero, algo que con el paso del tiempo y de las jornadas se iría esfumando, pero ahora mismo sobrevuela el sur de Madrid, concretamente Leganés. Como luchador de boxeo que recibe pero que le cuesta articular el brazo para dar. Así se encuentra ahora mismo el CD Leganés, asumiendo una de las mayores crisis de la temporada. Mucho cansancio físico en los jugadores 'pepineros' tras pasar un enero de locos y un febrero trepidante, y con una falta de ideas que se nota sobre el tapete.

El Girona es incansable

Sobran las palabras para el equipo de Machín. Desde el primer momento dejó claro que no le tenía ningún miedo a la categoría y que iría a por todas, y así está siendo. Un juego vistoso y rápido que es difícil de defender porque manejan muchos registros y los encajan a la perfección entre ellos para que sea muy difícil batirles. Una presión asfixiante en la salida del balón del rival, y desde ahí, ya con la bola recuperada, tener la posesión y marear al rival para encontrar huecos. Eso desesperó y mató al Leganés. A la media hora de partido ya ganaban los locales tras transformar Stuani un penalti provocado por una mano absurda de Mantovani. Y ya van trece goles los del delantero rojiblanco. El Leganés poco a poco se quitaba los miedos, pero de nuevo, y como viene siendo habitual, solo Amrabat tiraba del carro y con él solo era muy difícil conseguir algo. El dos a cero llegó tras el que puede ser el mejor gol de la jornada. Galopada desde el centro del campo de Portu que conduce el balón a la perfección y no duda en batir a Cuéllar con un auténtico latigazo. Tanto individual como colectivamente el Girona juega de miedo y tiene unos jugadores que están siendo un auténtico descubrimiento para esta Liga. Con este resultado fuimos al descanso. El partido estaba casi decidido y el Girona estaba dispuesto a seguir con lo suyo y que el Leganés no participase en la fiesta.

Tocar para matar

Tocar el balón para matar el partido. La segunda parte se convirtió en un trámite que había que superar y el juego de toque lo conoce muy bien Machín y los suyos. El Leganés proponía muy poco y el Girona se encontraba muy cómodo haciendo su partido, esperando su oportunidad y teniendo ninguna prisa porque el resultado era favorable para ellos. Garitano trató de hacer cosas nuevas y de dar nuevos aires con Guerrero y con Naranjo pero no aportaron nada nuevo. Al Leganés le hace falta un jugador eléctrico que aparezca cuando peor está el partido, y todavía no lo tiene en sus filas. Y si está, aún no lo ha demostrado. Quien si marcó fue el Girona el tres a cero con un cabezazo de Juanpe a unos cinco minutos para que el colegiado decretase el final del encuentro.

Tras este resultado, el Girona asciende a tener un total de treinta y cuatro puntos,colocándose así octavo a un punto del Eibar, a dos del Sevilla y a tres del Villarreal. Este Girona empieza a mirar cada vez más en serio a los puestos europeos y su participación en ellos parece ser algo que cada vez es más real. Por su parte, el CD Leganés sigue sumido en una crisis. Enero y febrero van a ser horribles para el club porque van a disputar partidos prácticamente todas las semanas teniendo que jugar el del fin de semana y uno en mitad. Enero se vio eclipsado por toda la copa, y ahora en febrero además de dicha competición también tendrán que jugar el partido aplazado frente al Real Madrid y la jornada liguera entre semana en el Wanda frente al Atlético. Dos situaciones muy distintas para Girona y Leganés.