El encuentro del pasado viernes ante el Girona fue uno de los peores del Leganés en toda la temporada. No creó peligro en casi ningún momento y le costó mucho trenzar jugadas, más allá de las arrancadas de Amrabat y Diego Rico. El equipo echó en falta a Gabriel Pires, Brasanac o incluso Omar Ramos, todos lesionados. Para completar la convocatoria y, ante la decisión técnica de dejar fuera al saudí Yahia, Garitano tuvo que echar mano de su filial y convocar a dos centrocampistas, Sierra y Mozo.

Jaime Sierra ha sido un habitual recurso en las convocatorias de Asier Garitano en las últimas fechas. El centrocampista suele entrenar con el primer equipo e hizo su debut hace un par de jornadas ante el Espanyol en Butarque. Sierra saltó al campo sustituyendo a Naranjo y se convirtió en el primer jugador de campo canterano en debutar con el Leganés en Primera División. No fue la única alegría de la semana, ya que tres días más tarde tuvo la oportunidad de vivir la histórica victoria del Leganés en el Santiago Bernabéu.  El viernes pasado, Garitano volvió a echar mano de él cuando le hizo entrar al campo ya con el partido sentenciado sustituyendo a un amonestado Rubén Pérez. Unos aficionados pedían al míster que sacase a los canteranos que al menos le iban a echar más ganas que los que estaban en el terreno de juego, pero otros criticaron el cambio sosteniendo que no era justo que el chaval se comiese el marrón con el partido ya sentenciado.

Por su parte, Mozo todavía no ha hecho su debut oficial con la camiseta del Leganés. El centrocampista ya fue convocado en los partidos ante el Athletic Club, el Deportivo Alavés y, por tercera vez, ante el Girona de Machín. El jugador de 22 años seguirá buscando su oportunidad para debutar si las bajas del equipo continúan permitiéndole entrar en las convocatorias. Tanto Sierra como Mozo son buenas señales para el futuro de un club que está siendo una de las revelaciones del campeonato y que puede poner a grandes equipos detrás de algunas de sus estrellas.