El estadio de Butarque, en una soleada tarde, era el escenario perfecto para la resurrección del Leganés. Los aficionados estaban expectantes de ver si su equipo era capaz de salir de la mala racha de resultados en la que se encontraba. Pero una noche fría empezó a asomarse al estadio pepinero, y la ilusión se fue apagando poco a poco, la temperatura bajaba, las ocasiones llegaban pero no se conseguía lo que tanto busca el Leganés y más le cuesta: el gol. Chichizola, portero visitante, fue el héroe del encuentro y evitó que los de Garitano se llevaran una victoria que merecieron con creces.

Se notaba en el ambiente que los tres puntos que había en juego eran vitales. El Leganés quería huir del descenso y sellar la permanencia lo antes posible, mientras que Las Palmas, en los puestos que llevan a Segunda desde principio de temporada, esperaba demostrar las buenas sensaciones de los anteriores partidos.

Mandar desde el primer minuto. Ese era el plan de Garitano. Gabriel tuvo en su cabeza la primera ocasión nada más empezar. La actitud del Lega era distinta a la de los últimos encuentros, y más parecida a la de la segunda parte ante el Real Madrid. Presionando arriba, consiguió poner en apuros la defensa canaria, haciendo salir de su portería a Chichizola en más de una ocasión para tapar los balones largos a Eraso.

Este efecto se empezó a diluir, interrupciones constantes dejaban el partido sin ritmo, en el que Halilovic era el único que ponía algo de buen juego en el césped. Amrabat, en la posición de nueve ante la ausencia de Beauvue, tuvo la oportunidad más clara justo antes de acabar la primera mitad. Un centro desde la banda izquierda de Diego Rico era desaprovechado por el marroquí, prácticamente solo, que mandaba el balón a la grada con un cabezazo dentro del área.

Amrabat y Chichizola fueron los protagonistas del encuentro
Amrabat y Chichizola fueron los protagonistas del encuentro | Foto: La Liga

En la segunda parte solo faltó el gol

El descanso fue el punto de inflexión. La segunda parte comenzó con un vendaval de ocasiones del Leganés. Amrabat, Omar, El Zhar y  Bustinza pudieron adelantar a los locales en los quince primeros minutos del segundo acto.  Guerrero era la solución de Garitano ante la falta de efectividad de los suyos. Amrabat dejaba su puesto a un nueve puro.

Y llegó el momento pepinero. El balón parado y las arrancadas de los centrocampistas ponían de pie a la grada, que veía que el gol estaba cerca y era merecido. Pero ante tanta ocasión, tenía que llegar la replica de los de Paco Jémez. Y el Lega también quería ser protagonista de la jugada de mayor peligro de los visitantes. Despeje de Cuéllar que rebota en Bustinza y que casi se cuela en la portería, provocando el susto en una afición que temía que su equipo tirara todo el trabajo por la borda en la acción tonta del encuentro.

Los minutos finales dejaron en evidencia que nadie quería perder lo que se había ganado durante el encuentro, y la demostración eran los cambios. Aquilani y Gumbau, un mediocentro defensivo por cada equipo, entraban al campo para cerrar el partido y lograr que los rivales no llegaran a la portería. Y así fue, puesto que apenas un balón parado de los de Garitano que se marchaba prácticamente fuera del estadio, era la única acción de ataque.

Un empate final, con el mismo marcador con el que empezó el partido, era el resultado final del encuentro, en el que el Leganés mereció mucho más, pero que le mantiene cerca de su objetivo. Por su parte, Las Palmas sigue en descenso, pero el punto le acerca un poco más a la salvación.

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