La efectividad se está tomando un respiro. El CD Leganés era uno de los equipos de primera división que tenía como santo y seña su efectividad de cara a puerta. Los de Garitano eran de los pocos conjuntos que con muy pocas ocasiones eran capaces de ganar partidos y de solventarlos de una manera cómoda. La velocidad del contragolpe como estandarte y la transición rápida estaba servida. Ahora no. Ahora, pese a tener muchas oportunidades, la pelota no termina entrando. No hay mas que ver el último partido frente a Las Palmas en el que, pese a todas las oportunidades que tuvieron los blanquiazules, ninguna entró y por lo tanto, el marcador no se movió.

Garitano decidió apostar por la pegada. En la defensa todo fue según lo previsto y Zaldua, Bustinza, Siovas y Diego Rico formaron la línea de cuatro atrás que firmaron un partido serio y táctico dejando en el dique seco todos los intentos de velocidad por bandas que intentaba Las Palmas. Al más puro estilo Paco Jémez, el equipo insular no paró de correr en todo el partido pero no encontró su objetivo. En el centro del campo, el doble pivote que se conoce todo aficionado de Butarque, Rubén Pérez y Gabriel, y como enganche arriba Eraso. Por banda derecha jugó El Zhar, por izquierda fue Omar, y en punta Amrabat frente a la baja de Beauvue. En la segunda parte entraron Guerrero, Naranjo y Gumbau, por ese orden, pero el resultado no cambió.

Un total de once remates realizados por el equipo de Garitano, pero ninguno encontró el fondo de las mallas. La dinámica poco a poco está cambiando y ya han dejado atrás esos partidos consecutivos perdiendo. Ahora, toca recuperar la efectividad de cara a puerta y la velocidad del contragolpe. No será fácil pero es primordial de cara a los últimos partidos que quedan para quedar en una posición considerable de la clasificación y no ir acercándose peligrosamente al farolillo rojo.