La mala suerte del portero Diego Mariño privó de puntuar al Levante, que daba por bueno un punto en su visita a Riazor y encajó la derrota (2-1) en los últimos minutos de partido, en Riazor y dio tres puntos de tranquilidad a un Deportivo que acaba así con su mala racha sin ganar en Liga. Los de Rubi se encuentran ahora a cuatro puntos de la supervivencia.

Dos golazos y escaso fútbol por parte del Deportivo y el Levante protagonizaban hasta el minuto 88 una igualada en el duelo de necesidad que disputaron en Riazor, pero la insistencia de un combativo Lucas Pérez y la mala suerte de un rebote del poste a la espalda de Mariño permitió a los blanquiazules romper una serie de trece jornadas sin ganar, a una de su peor registro histórico y dejó muy tocado al conjunto azulgrana.

Primera parte igualada

Salió con furia el conjunto coruñés, pero la efervescencia duró poco y, aun así, el Levante fue capaz de asomarse con más peligro en los primeros minutos con un pase de Verza a Rossi al que estuvo atento el argentino Germán Lux.

El Deportivo decidió para la visita del Levante cambiar el sistema de juego y restó un pivote, apostando por un ataque con tres centrocampistas ofensivos por detrás un Lucas Pérez que está intratable esta temporada y que regresaba al once tras haber sido reservado por molestias musculares ante el Atlético de Madrid en la visita al Vicente Calderón.

Llegaban las ocasiones con un tiro del costarricense Celso Borges desde la frontal del área a los diez minutos que detuvo sin demasiados problemas el portero Mariño, un disparo de Luis Alberto que salió cruzado y otro del internacional marroquí Fayçal Fajr para completar una media hora igualada en fútbol pero con más peligro coruñés. El Deportivo no podía ocultar los nervios por la falta de triunfos ante un Levante que cerraba espacios e intentaba buscar la contra.

El empate y la solución Cartabia

El encuentro llegaba al descanso tras más más de lo mismo durante un cuarto de hora y los visitantes decidieron dar un paso al frente obligatorio. El conjunto de Victor Sanchez no supo contener a los granotas y el gol no se hizo esperar. Este llegó a los 50 minutos con la conexión entre Verza y Giuseppe Rossi, que burló a la zaga blanquiazul y definió ante Lux para anotar su cuarto gol con el Levante desde su llegada en el mercado invernal.

El Levante empezó a creerse la victoria para seguir con su buena racha y dispuso de varios disparos lejanos pero no concretó y convirtió en protagonista a Cartabia, quien desde la derecha pintó varias maniobras de mérito. El zurdo con su entrada revolucionó el encuentro, incluido el que terminó en el gol decisivo.

Los últimos minutos fueron un caudal de nervios sin mesura, pero la afición pudo celebrar al final una victoria de la que ya habían olvidado su sabor. Riazor celebró los tres puntos mientras que el Levante tendrá que empezar a demostrar fuera de casa el nivel mostrado en su propia casa. Contra el Deportivo le faltó calma y fútbol que se tradujeron al final en mala fortuna, esa que no ocurre en muchas ocasiones de casualidad.

Al Depor, sin embargo, sólido en el inicio de Liga se le está haciendo demasiado largo el campeonato. El Levante empató, dejó a los locales sin saber jugar y pensó que ese punto ya no salía del bolsillo. Grave error.

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