Este jueves a las 21:00 se vivirá un episodio único y determinante en Los Cármenes para esclarecer el futuro de lo que puede ocurrir en la lucha por la salvación de cara a las últimas cuatro jornadas. El Levante y el Granada medirán sus fuerzas en tierras andaluzas para sumar tres puntos que les permitan dar un paso fundamental en la interminable guerra por la permanencia. Las paradas del tren de Primera División son cada vez menos, y los dos equipos están deseando subirse, aunque sea en marcha.

Tras la victoria in extremis del Sporting de Gijón ayer contra el Sevilla y el empate del Rayo Vallecano en Málaga, el Levante es consciente de que está obligado a conseguir la victoria contra el Granada, algo que también saben muy bien sus aficionados. Impulsados por una iniciativa sin precedentes, el levantinismo viaja hacia Los Cármenes de manera totalmente gratuita gracias al esfuerzo y al altruismo del club valenciano.

La expedición granota pone rumbo a Granada | Foto: Levante UD
La expedición granota pone rumbo a Granada | Foto: Levante UD

El Levante decidió hacerse cargo del precio de las entradas y del transporte hasta la ciudad andaluza, por lo que 578 aficionados granotas se han ataviado con sus mejores galas para acudir en rescate de su equipo y apoyarle hasta el final en un partido trascendental en el futuro del club en Primera División. El levantinismo es muy consciente de lo que supone abandonar la Liga BBVA y no está dispuesto a caer sin luchar, por lo que la hinchada granota ha puesto rumbo a Granada para empujar a su equipo hacia la victoria.

A las 10:00 se han puesto en marcha 10 autobuses, repletos de aficionados del Levante, con destino al feudo granadino. Desde el parking del Ciutat de València han salido los 578 aficionados que adquirieron su entrada durante esta semana para animar a su equipo esta noche a partir de las 21:00 en el estadio de Los Cármenes. Sin lugar a dudas, el Levante recibirá con los brazos abiertos el calor de su afición y tratará de reconducir todo ese apoyo hacia la victoria. El futuro del levantinismo está en juego.