El Levante saltaba al terreno de juego dispuesto a cumplir con un requisito que se había convertido en una obligación tras la estrepitosa derrota del equipo en el estadio de Los Cármenes frente al Granada. La plantilla granota debía sumar los tres puntos para mantenerse con vida en Primera División y para enmendar el duro varapalo que supuso para la afición el 5-1 del jueves. Los jugadores debían sumar los tres puntos contra el Athletic Club de Bilbao para desvanecer el sentimiento amargo que reinaba en el Ciutat de València entre la hinchada levantinista.

El estadio recibía a su equipo con una sonora pitada tras el tremendo batacazo que se dio el equipo en su expedición a la capital nazarí. Una muestra de desencanto con la plantilla que hizo que el encuentro se disputara en un ambiente bastante frío en el que la afición no quiso animar hasta el minuto 6. La hinchada granota apenas dio señales de vida para mostrar su disgusto tras la imagen ofrecida en la pasada jornada.

Con este panorama, el Athletic Club de Bilbao piso el césped del Ciutat con la tranquilidad que le otorga su situación en la clasificación. El conjunto vasco trató de dominar la posesión sin la intención ni la necesidad de buscar la portería defendida por Mariño. Aún así, dispuso de las primeras ocasiones del encuentro gracias a las jugadas a balón parado. Dos remates de cabeza que se solventaron sin peligro para el guardameta granota.

El Levante, en busca del gol

El conjunto blaugrana era consciente de que necesitaba imperiosamente adelantarse en el marcador para disipar el frío ambiente del estadio y para encarrilar un partido en el que necesitaba ganar para mantenerse con vida en la lucha por la permanencia. Con esa premisa, el Levante trataba de jugar verticalmente para buscar la portería de Gorka Iraizoz. Con Mauricio Cuero como el jugador más activo, el equipo de Rubi estaba tratando de explotar la verticalidad y la velocidad del jugador cafetero.

En otro intento de aprovechar la banda derecha, su compatriota Jefferson Lerma recogió un rechace y le puso a Víctor Casadesús un balón en profundidad medido a la espalda de la defensa. El delantero mallorquín controló con el pecho, encaró a el portero del Athletic e hizo gala de su sangre fría para amagar el disparo y encontrar el hueco por el que introducir el balón al fondo de la red. En el minuto 13, se adelantaba el Levante con un gol que no acababa de convencer a la afición. La hinchada del Ciutat de València seguía sin confiar al cien por cien de la versión que iba a presentar su equipo.

Casadesús al marcar el gol | Foto: Agencia EFE
Casadesús al marcar el gol | Foto: Agencia EFE

El gol no reactivó al equipo de Ernesto Valverde y el Levante bajó un poquito el ritmo, pero siguió tratando de buscar la portería del conjunto bilbaíno. El Athletic Club de Bilbao volvió a tratar de dominar los tiempos del encuentro mediante la posesión, pero los visitantes no estaban siendo capaces de intimidar a la defensa granota. Los argumentos ofensivos de los leones no parecían capaces de desarmar a la defensa levantinista, que se mostraba muy bien armada para mantener la diferencia en el marcador.

Intercambio de golpes

Los pupilos de Ernesto Valverde no estaba dispuesto a regalar los tres puntos y siguieron tratando de trenzar la jugada que les permitiera poner las tablas en el luminoso. Con Iñaki Williams e Íker Muniaín como principales protagonistas en ataque, el Athletic trató de aprovechar su calidad y su velocidad en las bandas para encontrar un centro certero para igualar el encuentro. Y estuvo a punto de conseguirlo con un remate de cabeza de Eneko Bóveda a la salida de un córner.

El Levante no quería sufrir ante la insistencia vasca y pretendía poner distancia en el marcador para marcharse al descanso con cierta tranquilidad que le permitiera encarar la segunda parte con una confianza determinante para sumar los tres puntos vitales en la lucha por la permanencia. Para ello, trató de aprovechar el desequilibrio de Cuero y la calidad de Giuseppe Rossi para anotar el segundo tanto del partido, pero la zaga del Athletic y Gorka Iraizoz estuvieron acertados para solventar tres ocasiones consecutivas del Levante al filo del descanso.

Segunda parte sin dueño

El Athletic arrancaba la segunda parte buscando el empate en el marcador. El conjunto visitante saltó al césped con la intención de ser más vertical para llegar a la portería rival con más asiduidad. Bajo esta premisa, el conjunto vasco tuvo una ocasión clarísima tras un centro envenenado que nadie consiguió despejar de primeras y el balón acabó en las manos de Diego Mariño tras varios rebotes. Amenazaba el conjunto vasco a la zaga vasca.

El Levante no estaba dispuesto a dejarse llevar y quería ampliar su ventaja para encarrilar los tres puntos y dar un paso hacia la victoria. De hecho, lo hubiera conseguido si el linier no se hubiera equivocado a la hora de anular un gol legal de Giuseppe Rossi. Tras una pared espectacular, el delantero italiano recibía un pase en profundidad en posición legal y batía a Gorka Iraizoz por abajo con un disparo raso cruzado. Sin embargo, Ignacio Iglesias Villanueva anuló la acción por un inexistente fuera de juego.

Cuero fue el mejor jugador del partido | Foto: Levante UD
Cuero fue el mejor jugador del partido | Foto: Levante UD

Juego de pizarras

Ernesto Valverde movió ficha y dio entrada a Lekue y Susaeta para tratar de darle la vuelta al marcador. No tardó en hacer efecto ese doble cambio y el interior derecho se convirtió en un revulsivo para el conjunto vasco, encarando una y otra vez a Juanfran y protagonizando centros peligrosos que ponían en peligro la diferencia en el marcador. El equipo de Rubi estaba empezando a sufrir por su banda izquierda.

Ante esa situación, el técnico catalán decidió protagonizar el primer cambio en las filas granotas. Una sustitución que fue recibida con una sonora pitada por el público del Ciutat de València. Rubi decidió reforzar la banda izquierda levantinista dando entrada a Joan Verdú y, en su lugar, se marchó Mauricio Cuero, el mejor jugador del equipo hasta el momento. El cafetero estaba siendo el más atrevido del Levante y se había constituido como la principal amenaza de los locales. Minutos después, se fue el autor del gol, Casadesús, y entró Deyverson.

A pesar de las apariencias y de las sensaciones en el feudo granota, la pizarra de Rubi daría sus frutos. Joan Verdú protagonizó una jugada en solitario en banda izquierda buscando apoyos para acabar asistiendo a un Giuseppe Rossi que se fue de su marca con un regate magistral y colgó el balón al borde del área, donde Pedro López disparó con contundencia para probar a un Gorka Iraizoz que mandó el balón a córner.

Las decisiones de Rubi fueron muy cuestionadas | Foto: Levante UD
Las decisiones de Rubi fueron muy cuestionadas | Foto: Levante UD

Escasos minutos después, Giuseppe recuperó un balón en la línea del centro del campo, rompiendo los esquemas de un Athletic de Bilbao que estaba descolocado tratando de sacar el balón. 'Il Bambino' aguantó el balón esperando la llegada de efectivos y le puso un pase en profundidad a un Camarasa que se incorporaba al ataque desde la segunda línea. El canterano granota le imprimió verticalidad a la jugada y supo cuándo y dónde detenerse para asistir a un Morales que llegaba con mucha potencia. El '11' del Levante llegó a línea de fondo y puso un pase atrás que Etxeita introdujo en su propia portería. El Levante ampliaba su distancia en el marcador y daba un gran paso para los tres puntos a falta de 20 minutos.

Se esfuma la esperanza granota

El Levante, consciente de que tenía los tres puntos en la palma de su mano, quiso mantener la distancia existente en el luminoso y dio un pasito atrás para no sufrir en el último tramo del encuentro. El equipo de Rubi se replegó bien atrás y salió a la contra aprovechando la velocidad y la electricidad de Morales. Un estilo de juego para los últimos minutos que pudo permitirle sentenciar el partido.

Por su parte, el Athletic se negaba a renunciar y seguía buscando la portería granota, hasta tal punto de poner a San José de delantero centro. A falta de dos minutos para que concluyera el tiempo reglamentario, una jugada sensacional entre Susaeta y Williams permitía que el Athletic recortara distancias en el marcador. Una gran jugada coinativa que acabó con un pase atrás para que Susaeta marcara el 2-1 con un disparo que se desvió en el cuerpo de un defensa granota. El partido se reavivaba a falta del tiempo reglamentario.

San José dilapidó las esperanzas granotas | Foto: Levante UD
San José dilapidó las esperanzas granotas | Foto: Levante UD

Parecía que no podía ser peor, pero el final del encuentro tenía deparado un varapalo tremendo para el conjunto valenciano. En el minuto 91, Iñaki Williams puso un centro al corazón del área buscando a San José. La zaga granota no estuvo atenta a las marcas y el jugador del Athletic fue capaz de rematar con un derechazo sin oposición para mandar el balón al fondo de la red. El Levante perdía le renta que había conseguido obtener y defender durante 88 minutos.

El conjunto de Orriols veía cómo perdía dos puntos determinantes en la interminable lucha por la salvación y una oportunidad de oro para volver a meterse de lleno en el tren de la permanencia. El Levante se derrumbaba a falta de 2 minutos más el descuento y sumaba un mísero punto que no sirven para mantener con vida la esperanza y la ilusión de un levantinismo que no se creía lo que estaba viviendo. El equipo de Rubi vuelve a la dura realidad y vuelve a meter un pie y medio en Segunda División.