El Levante es de Segunda División. Así quiso que fuera el Estadio de La Rosaleda de Málaga en el partido que enfrentó al equipo local frente a un herido Levante que se convertiría matemáticamente en equipo de Segunda División en caso de no obtener la victoria.

El equipo local jugó con mayor intensidad que el cuadro granota, como si los que se jugaran el descenso fuesen los malagueños. Cop remató un centro enviado al área de Ricca consiguiendo mandar el balón al fondo de la red. Inauguró el luminoso cuando recientemente se cumplía la primera media hora de partido. Morales consiguió la igualada tres minutos antes del descanso a pasade de Víctor Casadesús. Rossi hizo su labor de delantero pero sin éxito, ya que Ochoa evitó que el italiano consiguiera ver portería en el encuentro del pasado lunes. El bambino no tuvo su mejor día.

A la vuelta de vestuarios, el equipo de Orriols salió con todo para conseguir ponerse por delante por primera vez en este partido. Pero no fue así, ya que al borde del final, de nuevo Cop, vio portería rematando un balón que quedó muerto en el área. Chory Castro sentenció el partido tres minutos después poniendo el 3-1 definitivo y que dejaba al Levante -aún más- trastocado.

José Mari vuelve

Rubi alineó, entre sus once jugadores, al recién recuperado José Mari. El jugador era alineado de inicio por segunda vez con Rubi y disputó su cuarto partido desde que el técnico catalán llegó al mando. José Mari no era titular desde la jornada 18 en el Vicente Calderón frente al Atlético de Madrid. Con Lucas Alcaraz jugó 8 de los 9 partidos que estuvo el entrenador granadino al mando del banquillo granota.

Además, el de Rota fue amonestado en el minuto 76 por protestar al árbitro. El jugador acumula, junto a ésta, cinco tarjetas amarillas, lo cual le sentencia a perderse el próximo partido frente al Atlético de Madrid en el feudo levantinista por sanción. La sanción impuesta es de un partido en total.