Vicandi Garrido, el nombre del árbitro del que todos los levantinistas hablan, pitó el partido correspondiente a la jornada 36 de la Liga BBVA frente al Málaga CF, un partido a vida o muerte donde los granotas se jugaban algo más que los tres puntos, la salvación.

La actuación del colegiado fue más que mejorable y prueba de ello es un gol anulado a Morales en la segunda mitad que colocaba a los granotas 1-2 con opciones de salvación para las dos jornadas que se avecinaban. Ese gol legal anulado cambió por completo las expectativas del Levante y desquició las mentes del conjunto viendo como todo su esfuerzo durante el partido se desvanecía. El partido acabó con 3-1 en favor del conjunto local y con una serie de reproches por parte del técnico, presidente y jugadores que no entendían como ese gol no subió al marcador.

Ahora el Comité Técnico de Árbitros se siente atacado y ha denunciado tales declaraciones ante el Comité de Competición para que estudien el caso, una decisión que no ha sentado nadie bien al conjunto valenciano ya que se sienten perjudicados por la actuación arbitral. Los nombres que este Comité tienen en mente son los del presidente, Quico Catalán, el entrenador, Rubi y el jugador Pedro López, ya que entienden que ellos son los que más se quejaron de la actuación tras la finalización del partido.

El Levante UD se siente muy decepcionado con el Comité ya que no entienden como, simplemente por expresar su opinión debido a una jugada importante donde les perjudicaron, tiene que actuar mediante una denuncia, cuando el club ha sido el mayor perjudicado por ese gol mal anulado el cual les arrebató luchar por la permanencia en las dos últimas jornadas con las ganas que habían mostrado durante la temporada.

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