Rubi compareció en rueda de prensa después de que el Levante llevara a cabo su último partido de la temporada en el Ciutat de València como equipo de la Liga BBVA. El conjunto granota recibía a todo un Atlético de Madrid que competía por mantener su puesto de colíder de cara a la última jornada para tratar de alzarse con el título liguero. Los colchoneros se adelantaron en el minuto 2, pero los goles de Casadesús en el 30' y de Giuseppe Rossi en el 90' permitieron que los locales le dieran la vuelta al marcador.

El feudo levantinista se despedía de Primera División con una victoria ante un gran rival, ante un Atlético de Madrid al que sólo el Barcelona y el Sporting de Gijón han sido capaces de endosarle dos goles en el mismo partido esta campaña en Liga. A pesar de la remontada y del buen resultado, Rubi aseguró que sigue “igual de triste” a pesar de estar orgulloso de que el equipo “no se dejó llevar” tras haber descendido el pasado lunes en La Rosaleda.

"El problema lo hemos tenido fuera de casa"

Es consciente de que el Levante “ha mostrado un nivel alto en casa durante la segunda vuelta, con continuidad y no se ha visto nada diferente” y cree que el principal motivo del descenso del club se debe a la faceta que ha protagonizado en varios encuentros disputados fuera. “Hemos competido salvo dos o tres partidos disputados fuera de casa, pero no hemos podido sacar resultados”, manifestó el técnico catalán.

“Estoy contento porque no nos hemos dejado llevar, ni he visto a un equipo que fuese una banda, sino que ha aplicado lo trabajado. Pero no me compensa”, confesó Rubi. “Hemos estado organizados, concentrados, aunque al principio un poco temerosos. Quiero darle el mérito que se merece mi equipo, que ha estado muy metido”, añadió.

"No teníamos nada que perder"

Tras ser el tercer equipo de la Liga BBVA que consigue anotarle tres tantos al Atlético de Madrid afirmo que el segundo había sido más fácil porque sabían que si llegaban “al final del partido con un resultado ajustado”, acabarían encontrando “espacios”. “No teníamos nada que perder, nos hemos repuesto después de la bofetada del 0-1 con buen fútbol, madurando, aunque sin pisar demasiado el área y haciendo correr al Atlético”, explicó.

Por último, no quiso hablar de su futuro y manifestó que ahora sólo piensa en “competir contra el Rayo”. Cree que es un momento complicado para tomar decisiones porque el descenso está demasiado reciente y que el cuerpo técnico y el club deben darse un tiempo para meditar las posibilidades de cara a la temporada que viene porque “si no se está convencido es mejor no seguir”.