El Levante sumó una quinta histórica victoria consecutiva en el Ciutat de València, reponiéndose al tempranero gol del mallorquinista Ansotegi. El propio Muñiz lo reconocía tras el partido: “El empate antes del descanso es importante”. Y eso que el equipo, tirando de personalidad y empujado por un estadio lleno, empató pronto en realidad, en concreto seis minutos después de recibir el 0-1, el tiempo que va desde el 13 al 19. Mantenerse igualado en el marcador para poder seguir desplegando la táctica inicial es seguramente a lo que se refería el entrenador granota cuando matizó: “Vuelves a salir de los vestuarios partiendo de cero y con el partido equilibrado”.

Se le notaba satisfecho con el trabajo de los suyos sobre el terreno de juego y agradecido por el apoyo incondicional de la afición. Reponerse tan rápidamente a la adversidad y continuar luego en pos de la victoria, en busca de refrendar un liderato más que merecido, era para sentirse orgulloso. “Ha sido un partido que si no fuera por el amor propio y la voluntad de los jugadores habría sido difícil sacarlo”, recalcó el técnico asturiano.

Muñiz continuó analizando el partido y explicó que al igual que es complicado jugar para empatar y luego adelantarse también lo es mantener el resultado, fundamentalmente cuando el tiempo de juego se agota y el equipo rival quema sus naves intentando sacar algo positivo de su propio esfuerzo. “El equipo tuvo que afinar y jugar como lo requería el partido. Ganar el partido tuvo mucho mérito. En los minutos finales ellos aprietan, pero ocasiones claras no se vieron, todo esto quiere decir que el equipo se replegó y defendió con mucho carácter”, aseguró el míster.

Apelado por el extraordinario gol de Lerma (“todo el mundo sabe que es un gran jugador por la calidad que tiene, el despliegue físico y un buen disparo. Le ha salido un buen chut”, reconoció), quiso aprovechar para elogiar el nivel de su plantilla y su consciencia de que todos quieren jugar, lo que a su vez le dio paso a señalar el interés y la profesionalidad con la que cada miembro del plantel entrena cada día de la semana y que el campeonato es largo y todos tendrán ocasión de mostrar sus aptitudes y merecimientos: “Siempre hablamos de que el entrenador tiene 22 jugadores de muy buen nivel a su disposición. Intentaremos que todo el mundo se sienta partícipe y que tenga minutos”.

Pero enseguida quiso volver a poner los pies en la tierra  y lo hizo señalando que no han llegado "a la cuarta parte de la temporada y vemos que los equipos se han igualado, diferencias no hay muchas”. Eso sí, optó por cerrar su comparecencia elogiando el buen hacer de sus pupilos: “Tenemos una virtud que es que cuando tenemos ocasión el equipo tiene llegada, tiene gol y diferentes características para hacer juego”. Y extrajo como consecuencia: “Hay que estar satisfechos y tener la humildad necesaria”. Muñiz, pues, quiso despedirse alimentando una ilusión que ellos mismos han generado y que sabe necesaria para continuar como hasta el momento: líderes, solventes y cada vez más seguros de sí mismos.