Viniendo de ganar por la mínima al Lugo en la pasada jornada, el Levante viajó a Murcia para disputar el partido que se aplazó por condiciones meteorológicas adversas, con el objetivo de conseguir los tres puntos y alejarse de su máximo perseguidor en un campo complicado frente a un rival duro de roer. Por su parte, el UCAM Murcia venía de conseguir un empate a nada frente al Alcorcón. Para ver la última victoria de los de Salmerón hay que ir atrás hasta el 11 de noviembre de 2016.

Con todos los preparativos listos, el trencilla hizo sonar su silbato señalando el inicio del choque. Con el equipo local más fortalecido sobre el verde los primeros minutos, de los blaugranas se podía destacar las ganas y el hambre de gol que mostraba Roger. Pues en pleno mercado de invierno y con posibilidad de incorporar un nuevo ariete al club, Roger deslumbró con un gran partido y pese a tener un juego más espeso que los locales, adelantó a los suyos en el minuto 25 de partido. Una acción individual en la que encaró a tres defensas que no dejaron de recular hasta que en la frontal soltó un disparo frente al que Biel Ribas, igual que en el buen remate que le había metido al poste minutos antes, se quedó petrificado.

Con el gol reflejado en el marcador, el Levante fue mejorando sobre el terreno de juego y mostró un juego más fluido y más "a sus anchas". Todo el peso cayó sobre el UCAM Murcia, que no podía hacer frente tanto física como psicológicamente una máquina bien engrasada. 

Tras haber disputado un buen partido frente al Lugo, esta vez fue más costoso para los de Muñiz. Sin el ímpetu de Natxo Insa y con un débil Verza, el UCAM se aprovechó y creó por su banda derecha una autopista para crear peligro en cada llegada. Falló que Muñiz intentó subsanar intercambiando de posición a Rubén y Morales.

Entonces el partido comenzó a trascender de la manera que no le gusta a Muñiz: un partido muy abierto donde cualquier fallo supondría encajar gol y perder puntos valiosos para la clasificación general. Cualquier señal de grieta en la medular del campo fue tapada con el ingreso de Lerma al partido. Con un buen remate de cabeza a pase de Campaña, el colombiano instauró el 0-2 definitivo en el luminoso seis minutos después de su ingreso en el campo. El partido ya no dio para más y el Levante supo defender el resultado e incluso llegó a gozar de ocasiones que podrían haber puesto el 0-3. Con el encuentro visto para sentencia, y sumando cuatro partidos consecutivos viendo la victoria, los granotas dejaron la ciudad de Murcia atrás llevándose consigo los tres puntos vitales que los mantienen a siete puntos de su máximo perseguidor: el Girona. La afición ya empieza a hablar del ascenso prematuro pero, en el cuerpo técnico, obviamente, nadie da nada por logrado, pues la categoría de Plata del fútbol español puede hacer de las suyas y brindar sorpresas de las que nos acostumbra a ver. Por su parte, el UCAM Murcia se sitúa vigésimo primero a tan sólo tres puntos de la permanencia. El conseguir puntuar ya se ha convertido en algo vital.

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Sobre el autor
Raúl González
Amante de la aviación. U2.