Ya casi han transcurrido dos semanas desde aquel partido en el Ciutat de València. Una victoria situaría –de nuevo- al Levante UD en la cumbre del fútbol español, tras haber perdido la categoría hacía menos de un año. Y tan solo 362 días después del batacazo en Málaga, los granotas volvieron a acariciar el cielo. La locura tomó las gradas de un Ciutat entregado desde el primer día de la presente campaña. El compromiso de los jugadores traía consigo ilusión para la afición del club blaugrana.

La fiesta se celebró por todo lo grande aquella noche. Tras iniciarse los cánticos y festejos en el propio césped del coliseo granota al derrotar 1-0 al Real Oviedo, todos marcharon con el bus del ascenso –que decía #ContigoHemosVuelto- para continuar con la celebración.

Días más tarde, Valencia todavía seguía teñida de azulgrana. Se visitó la Catedral y acto seguido, se ofreció el logro a las autoridades y a la afición en el Ayuntamiento, con cánticos de los más morbosos dedicados al rival de la ciudad incluidos.

Segundo objetivo: ser campeones

El éxtasis y la emoción fueron calmándose. La liga debía seguir y los jugadores retomar la normalidad porque todavía tienen cosas en juego. De hecho, el pasado fin de semana pelearon por primera vez con el primer objetivo conseguido, buscando ahora ser campeones del grupo –hecho que significaría mayores ingresos para las arcas del club.

Pero en Vallecas, los pupilos de Muñiz –con alineación poco habitual- no lograron sumar tras verse superados 2-1 contra un Rayo necesitado. El fin de semana próximo, puede ser vital para certificar el segundo objetivo, ya que el Girona –segundo- visitará el feudo de Orriols y una victoria haría campeones matemáticos a los granota.

No obstante, algunos siguen de celebración. Y es que la gesta conseguida –el ascenso, la pelea por la primera plaza, y los registros estadísticos- son para elogiar el trabajo de los chicos. Sin ir más lejos, el Ayuntamiento de Torrent ha querido rendir su particular homenaje a los granota torrentinos, que son el capitán Pedro López y el pichichi Roger Martí.

Ambos han acudido esta mañana al ayuntamiento de la localidad y, en la sala de juntas, el alcalde Jesús Ros los ha recibido para hacerles la entrega de una réplica de la torre (emblema del municipio). Los jugadores, además, han firmado el libro de honor de la ciudad.