Apenas hay eventos tan ilusionantes para una afición como un retorno a la élite. Y más, cuando se produce de un modo tan espectacular y dominante como lo ha hecho el Levante, uno de los líderes más solventes de la historia de la antesala de la élite del fútbol nacional. Consiguió su quinto ascenso a la élite el club granota gracias a una grandísima reconstrucción, realizada de la mano de Tito y Del Pozo, con Juan Ramón López Muñiz al cargo de los jugadores desde los banquillos. Y antes de arrancar con la temporada, una de las más ilusionantes jamás vividas en Orriols, nunca va a estar de más echar un vistazo a la historia del club en la categoría dorada.

El primer ascenso del Levante llegó en 1963

Allá por los inicios de los sesenta, estuvo en una ocasión a nada de llegar a la primera división el Levante, pero se quedó a las puertas. Llegó entonces un famoso episodio que hasta hoy se recuerda, cuando fue econtrado un gato muerto colgando de una palmera, con un cartel en el que decía "cuando el gato subió a la palmera, el Levante subirá a primera". Un año después, el equipo estaba celebrando su primer ascenso a la élite, con otra famosa pancarta, "el gato subió a la palmera". Era la temporada 1963-64 aquella en la que los de Orriols daban sus primeros pasos en la élite, cargados de ilusión. Lograron una ajustada permanencia quedándose en la décima posición -cabe recordar que solo 14 equipos había por entonces en Primera-. La permanencia se alargaría solo una segunda temporada, pues quedaron colistas los levantinistas, para regresar a la categoría de plata.

Fuente: Levante UD
Fuente: Levante UD

Llegaría entonces una sequía de 39 años, durante los cuales el Levante estuvo bailando entre diversas categorías. Llegaría, tras mucha tensión y espera, entonces, un especialísimo retorno a la élite. Fue llamado "el Preciado ascenso", y es que fue certificado de la mano del ya difunto Manolo Preciado, uno de los entrenadores más queridos por toda España. Tito, actual director deportivo del Levante, fue uno de los integrantes de ese equipo que hizo que el equipo granota volviera a disfrutar, eso sí, solo durante un año; de la élite nacional. Quedó el equipo antepenúltimo en una Primera División con ya veinte equipos, hecho que cortó en seco la ilusión.

No obstante, tenía algo más que dar de sí un Levante que, de modo menos vistoso, regresó a la élite en su primer año en segunda, quedando tercero -entonces, no había playoff de ascenso, ascendían los tres primeros-, para disfrutar de una nuevamente corta etapa en la élite, de tan solo dos temporadas. Y entonces, se vivieron, entre 2008 y 2010, momentos de gran angustia, y en antítesis, de absoluta felicidad. Y es que poco le faltó al equipo para ser embargado e incluso llegar a desaparecer. El centenario llegó en Segunda, y se celebró empezando la temporada con un amistoso ante la Roma, y se acabó con el ascenso, ahora sí, completamente inesperado, que un equipo dirigido por Luís García Plaza obtuvo. Llegaba el mejor Levante de la historia.

Celebración del primer gol del Levante en Europa | Fuente: Levante UD
Celebración del primer gol del Levante en Europa | Fuente: Levante UD

En esta etapa, el Levante llegó a ser líder y jugó la UEFA Europa League

Sería éste periodo el más feliz y longevo de los granotas en Primera, pues seis temporadas aguantó asentado en la élite. En la mayoría de ellas, gracias al acierto de Manolo Salvador -que tuvo otros tantos errores-, todas las temporadas relanzando carreras y sacando el máximo partido de jugadores que parecían no poder dar ya más de sí. Felipe Caicedo, Juanlu, Arouna Koné, Rubén Suárez, Barkero, Ballesteros, Munúa, Keylor Navas, David Barral o Víctor Casadesús, son varios de los nombres que recordarán los levantinistas de esta etapa. Ésta, en la que en la 2011-12, el equipo llegó a ser líder durante tres jornadas, y a clasificarse por primera vez en la UEFA Europa League. Llegaría el equipo a octavos de final antes de caer a manos del Rubin Kazan, tras vapulear en dieciseisavos al Olympiakos. Fueron esa, la 2011-12, y la que dirigió Caparrós, 2013-14, las dos mejores temporadas -en lo que a clasificación liguera respecta- que vivió el equipo, que en la segunda de ellas, a nada estuvo incluso de superar al rival, al Valencia.

Y ahora, una temporada después del bofetón que fue el descenso que en mayo de 2016 se consumó en Málaga, el equipo afronta cargado de ilusión su quinta etapa en Primera. Conserva el bloque de jugadores más importantes de la pasada temporada, y con los fichajes, incluso ha mejorado al equipo. Dirección, cuerpo técnico y plantilla tienen la confianza, merecida y ganada, de su afición. Ahora, el tiempo será el que dicte sentencia. De momento, el equipo tiene pinta de estar capacitado para hacer historia y ampliar ese registro.