La plantilla del Levante ha vuelto al trabajo en forma de entrenamientos en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Buñol. A la hora de siempre, a las diez y media los futbolistas han saltado al verde del campo número uno para iniciar la semana con la cabeza puesta en el próximo partido del fin de semana que les enfrentará al Sevilla. Un equipo también herido por una derrota, eso sí algo mas abultada a pesar del rival que tuvo, el Real Madrid. No así como sucedió en el partido que tuvo lugar en el Ciutat de Valencia donde el equipo consiguió empatar ante el Athletic de Bilbao, pero no darle la vuelta al marcador, siendo finalmente derrotados por un tanto a dos. 

En la Liga no hay tregua y más para los equipos de zona media de tabla para abajo. Dos jornadas antes del parón navideño en el que esperan despedirse los granotas con buenas sensaciones y unos buenos resultados para sus aficionados. A lo largo de la semana, los jugadores se ejercitarán sobre el césped durante los días venideros hasta alcanzar la cita señalada ante el equipo sevillista, esta vez a domicilio, en el Ramón Sánchez Pizjuán.

El entrenamiento, al ser el día posterior al enfrentamiento, ha seguido los cauces habituales y se ha remitido a una sesión de recuperación, especialmente para los que participaron en el encuentro en casa ante el equipo bilbaíno. Por ello, los integrantes del grupo azulgrana  que tuvierno una menor presencia en el duelo ante el equipo rojiblanco han completado una sesión algo más exigente. Mientras que el resto ha realizado los ejercicios en el gimnasio, unido a tratamientos de fisioterapia para relajar y estar esta semana en las mejores condiciones.

La plantilla seguirá su plan de trabajo en las instalaciones de Buñol, eso sí aumentando la intensidad según se vaya acercando el duelo que les enfrentará al conjunto hispalense.