El centrocampista malagueño había atravesado un periodo difícil en su anterior club, el Rubin Kazan, donde no acababa de encontrarse cómodo y donde sus aspiraciones tampoco se vieron encontradas en su etapa como cedido en el Leganés a mediados de año con el correspondiente final de temporada. La suerte tampoco fue su aliada en su etapa como jugador del conjunto madrileño ya que en sus primeros minutos como jugador pepinero sufrió una lesión que le obligó a abandonar el terreno de juego y lo apartó de la titularidad durante varias semanas. Al finalizar la temporada tuvo que volver a Rusia para incorporarse de nuevo a su respectivo club donde él tenía claro que no era su lugar.    

Como consecuencia, Samu regresó a La Liga Santander este mismo verano para disputar la temporada 2017/2018 con el Levante. Con su incorporación parecía que iba a poder aportar una bocanada de aire fresco al equipo, ya que con su fichaje ya eran nueve las incorporaciones que había hecho el conjunto granota y por tanto se respiraba un ambiente de expectación por ver al nuevo equipo de Lopez Muñiz, entrenador que consiguió un ascenso protagonizando una campaña espectacular con ganas de realizar una campaña más que digna en la temporada 2017/2018 como conjunto de La Liga Santander pero el resultado no ha parecido ser el esperado. 

Su aportación en ataque ha sido prácticamente escasa, apenas ha destacado en el campo a raíz de los pocos minutos disputados. El centrocampista es el segundo jugador de campo que menos minutos ha disputado por detrás de Shaq Moore, algo que era muy poco probable de pensar a principio de temporada ya que Samu García apuntaba a ser titular y uno de los hombres clave en la campaña actual, debido a sus ganas de recuperar la forma cuanto antes. 

Orriols parecía el destino perfecto para el malagueño, se hacía ver el lugar idóneo para volver a encontrarse con su mejor fútbol ya que Samu ha pasado por un periodo de carácter inestable, nada fácil en su carrera tras su paso por cuatros equipos diferentes donde no ha acabado de encontrar el club que le permita desenvolverse como el gran jugador que es. Cabe destacar que las lesiones y el bajo estado de forma han influido en esta falta de adaptación y no han permitido la progresión del jugador en este último año.

Samu García llegó a Valencia con el deseo de triunfar y establecerse como uno de los pilares del equipo, pero las condiciones no han sido las óptimas y por tanto, aún estamos lejos de ver su mejor versión, pero esto tendrá que esperar al segundo tramo de la temporada que se desarrollará en el 2018 donde se intentará de todas las formas posibles recuperar la gran faceta ofensiva del jugador, la cual hizo al club valenciano generar un gran interés por el y consecuentemente generar unas expectativas acordes al nivel del jugador, las cuales sus números en su cuenta personal en estos últimos lo avalan y aportan tranquilidad al conjunto granota ya que son sabedores de que el mejor Samu llegará tarde o temprano.  

El año no ha concluido de forma deseada para el jugador, pero esto es solo un motivo para querer trabajar más aún para aportar al Levante toda la calidad por la cual es reconocido y de esta forma, aportar su granito de arena para cumplir los objetivos del club en la presente temporada. Su objetivo al llegar aquí no fue nada más que sumar y aportar en positivo al club, por tanto, ganas no le faltan y si el jugador mantiene la calma y es cauto podrá resurgir psicológicamente de este mal momento donde no se encuentra del todo confiado y más adelante podremos ver como todos seremos capaces de disfrutar sin duda alguna de un despliegue de un fútbol ofensivo y esa pizca de gol que está faltando en ataque en este momento de la temporada.        

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