Se respiraba un tranquilo aire de derbi cerca de Mestalla en las horas previas al encuentro que enfrentaría al Valencia CF frente al Levante UD, pero esta tranquilidad se iría rebajando conforme avanzaban los minutos del partido.

El encuentro comenzó con unas tímidas aproximaciones del conjunto granota que terminaron en nada, siendo la más importante un córner a favor que terminaría siendo despejado por la zaga valencianista. Tras esto, los asedios de los valencianistas se repetirían continuamente, ya sea en forma de córner, centros desde fuera del área, o simplemente algún que otro disparo desde las proximidades de la portería defendida por Oier.

Al final, tanto fue el cántaro a la fuente, que se rompió. Corría el minuto 16 de partido cuando Santi Mina intentaba un disparo que fue rechazado fuera de la portería por la defensa granota. Pero la jugada no acabó ahí, sino que en ese saque de esquina el mismo Santi Mina ponía el 1-0 en el marcador tras rematar al palo izquierdo de la portería, donde Oier no podía detener el balón.

Poco le duró la alegría a los de Mestalla, pues tan solo un minuto después el Levante conseguía un córner a su favor que terminaría convirtiéndose en el 1-1 después de que Postigo rematase desde el centro del área por bajo tras una asistencia de Campaña. Los granotas volvían a soñar, todavía no sabían lo que se les avecinaba en la segunda parte.

Las ocasiones continuaron sucediéndose para ambos equipos, aunque fueron los de Peter Lim los que llegaban con más claridad, tanto que en el minuto 42 Santi Mina lanzó un balón al larguero que podría haber supuesto la ventaja Ché antes del descanso.

La segunda parte daría inicio con una pequeña charla entre Medié Jiménez y el capitán valencianista, Dani Parejo, al parecer disconforme con algunas de las decisiones arbitrales de la primera mitad del encuentro. Con la segunda mitad ya empezada, la primera aproximación a portería fue para los valencianistas, aunque quedó en nada debido a que Luciano Vietto simuló una caída dentro del área rival que le costaría la tarjeta amarilla.

Tras esto, las ocasiones del Levante se sucedían, aunque ninguna lo suficientemente clara como para poner en apuros a Neto. La ocasión que sí pondría en apuros al guardameta valencianista sería el remate de Coke que terminó en gol tras un saque de esquina. En esta misma jugada se originó el principio del fin. El árbitro Medié Jiménez decidió anular el gol completamente legal de Coke al considerar que el madrileño había cometido falta sobre Gayá, cuando el único jugador que toca a Gayá en ese momento es su propio compañero Paulista.

Así pues, del 1-2 nos fuimos al 2-1, pues en ese mismo contragolpe el Valencia conseguía marcar el gol que les daría la ventaja después de varias paradas de Oier, que no pudo hacer nada más para evitar el tanto. Las ocasiones del conjunto dirigido por Marcelino se sucedían una tras otra, eso sí, sin materializarse en gol hasta que en el minuto 89 el colegiado decidió ver un penalti de Róber Pier sobre Simone Zaza. El italiano arroyó al gallego en el centro del área cuando este iba a cortar el balón, pero la caída de ambos jugadores debió de confundir al árbitro, por lo que en esa misma jugada se materializó el definitivo 3-1.

Finalmente, nunca se sabe cómo habría terminado el partido si al Levante no le hubiesen anulado un gol completamente legal que lo situaba por delante en el marcador. Tal vez el Valencia CF hubiese remontado o empatado, o tal vez los granotas hubiesen conseguido aguantar esos tres puntos que tanto necesitan. Pero como el fútbol no vive de suposiciones y sí de resultados, la situación es esta: el Valencia se encuentra tercer clasificado con tres puntos más que le vienen estupendamente, mientras que el Levante se encuentra decimoséptimo y habiendo perdido la oportunidad de puntuar simplemente por una sucesión de errores arbitrales, no por el mal juego del equipo. Ahora al Levante solo le queda esperar el resultado del partido del Deportivo de la Coruña, además de esperar que estos puntos que podrían haberse sacado en Mestalla no sean necesarios para la salvación.