Europa se daba cita en La Rosaleda, en una jornada en la que el Rayo podía acercarse a puestos de Liga Europa y el Málaga podía seguir arriba en la lucha por la Champions, tras el tropiezo del Espanyol ante el Betis.

El encuentro no pudo comenzar peor para los locales. Apenas habían pasado cinco minutos de juego cuando, en una caída de Armenteros dentro del área, Mateu Lahoz decretó la pena máxima. Diego Costa fue el encargado de lanzar desde los 11 metros. El rayista engañó a Willy e introdujo el esférico por el lado izquierdo del guardameta para inaugurar el marcador.

Se volvía, así, a vivir la misma situación que en el partido de ida, cuando Botelho adelantó al Rayo en el minuto cinco, por lo que enseguida intentó replicar el Málaga, con un disparo de Joaquín que atrapó Joel.

Los blanquiazules no se vinieron abajo y cada vez fueron haciéndose más con el dominio del esférico y encerrando al Rayo en su campo, donde transcurrió el resto de la primera mitad.

Weligton tuvo una clara ocasión al rematar un balón tras saque de esquina, que se le fue desviado. El Málaga siguió creando ocasiones a medida que pasaban los minutos: un centro de Joaquín que despejó Joel, otro de Eliseu al que Rondón no llegó por centímetros y un cabezazo de Weli tras pase de Cazorla fueron las más claras para establecer la igualada en la primera media hora.

La posesión y el juego eran de los de Pellegrini, pero las ocasiones no llegaban a materializarse, con una defensa visitante bien plantada sobre el verde de La Rosaleda.

Combinación y gol

Tanto fue el cántaro a la fuente que al final el Málaga obtuvo su recompensa, tras una bonita jugada de combinación que comenzó en la banda izquierda con Isco. El malagueño jugó con Joaquín, este fue basculando hacia el lado derecho para Cazorla, que dio el pase a Eliseu. El portugués puso el centro cuando Joel había salido de su meta con demasiada antelación, y Rondón ganó en el salto a los centrales para poner el empate a uno y hacer su octavo gol de la temporada.

Con todo por decidir se llegó al descanso, tras una primera parte en la que el Rayo no llegó al área de Willy salvo en el penalti, y en la que el dominio del Málaga fue más que patente. Eliseu tuvo la última al hacerse con un balón largo que envió fuera del campo.

El Rayo reacciona

Nada más comenzar la segunda mitad, el Rayo intentó sorprender a Willy con un disparo desde fuera del área, que el guardameta se sacó de encima como pudo. No tardó en tener que intervenir Willy, al verse obligado a meter la mano en un tiro envenenado.

Los primeros compases de estos segundos 45 minutos fueron muy distintos a toda la primera parte, con un Rayo que salió a por el partido y a intentar aprovechar cada ocasión que se les presentase. Mientras, el Málaga tuvo varias llegadas al área de Joel, que el meta supo atajar sin problemas.

Rondón golpea de nuevo

Rondón buscó el doblete y pudo hacerlo al enganchar un balón de Gámez que salió lamiendo el palo. Pero a la siguiente no falló. Eliseu se internó en el área, pasó a Rondón, y este, con un buen movimiento, se dio la media vuelta para volver a batir a Joel.

A pesar de haber comenzado perdiendo, el Málaga se encontraba por encima del marcador, y Pellegrini comenzó con los cambios. El primero fue Maresca por Eliseu. El italiano llegó y besó el santo. Un par de minutos le bastaron para ver puerta. Joaquín cogió el esférico y lo aseguró cediéndolo atrás a Gámez, que puso el centro para que Maresca hiciese el 3-1.

Tuvo en sus botas el ‘hat-trick’ Rondón, tras robar un balón que lo dejaba en un mano a mano con Joel, pero el ariete pecó de egoísta y en lugar de darle el pase fácil a Seba –que justo había entrado por Joaquín- probó él y falló.

Segundo penalti en contra y Duda sentencia

Se contaban ya los últimos minutos de juego cuando Diego Costa se internó en el área y fue derribado por Willy, lo que provocó el segundo penalti a favor de los visitantes. En esta ocasión fue Trashorras el que lo volvió a colar por el palo izquierdo del guardameta.

Parecía que el encuentro se le podía escapar al Málaga, pero, de nuevo, un cambio introducido por Pellegrini, el último, surtió efecto. Cazorla salió para dar entrada a Duda, que en los últimos partidos no había disfrutado de minutos, y prácticamente en el primer balón que tocó, disparó un obús que se coló en las mallas de Joel para establecer el definitivo 4-2.

El Málaga acumula con este encuentro cinco partidos sin conocer la derrota, y se mantiene quinto en la tabla de clasificación, empatado a puntos con el Levante, que ocupa plaza de Champions, mientras que el Rayo se queda décimo con 37. 

Los de Pellegrini continúan así con la buena dinámica y parecen haber encontrado al fin la regularidad y estabilidad que necesitaban.

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