Partido atípico de Copa del rey el que enfrentaba al Málaga y al Eibar en la ida de octavos de final. El encuentro, que se aplazó para que el Athletic -rival que cayó ante el Eibar- pudiese disputar el, a su vez postpuesto choque de Europa League, era el segundo partido consecutivo de los costasoleños a domicilio.

Después de golear al Granada y vencer el pasado sábado en el Pizjuán 0-2, los de Pellegrini llegaban a Ipurúa dispuestos a seguir con la buena racha y dejar la eliminatoria lo más encarrilada posible. Para ello, y sin perder de vista el choque del próximo sábado ante el Real Madrid, Pellegrini dispuso un once con muchas novedades. Después de haber dado descanso a Gámez, Demichelis, Joaquín, Eliseu, Portillo, Isco y Roque, fueron hasta cinco los cambios con respecto al once que ganó al Sevilla: Kameni, Sergio, Onyewu, Recio, Seba, Duda y Buonanotte. Una oportunidad de oro para los jugadores menos habituales.
 
Enfrente estaba un Eibar peleón, que fue capaz de eliminar al Athletic y que sigue con buen ritmo en el grupo II de Segunda B, donde se encuentra a un solo punto del líder, gracias también a la fortaleza que exhiben en su feudo. Para hacer frente al Málaga, Garitano introdujo un once en el que solo repetía el defensa Raúl Navas, con respecto a los que ganaron al Lleida el pasado fin de semana.
 
Buena entrada la que se apreciaba en Ipurúa en la fría y lluviosa noche vasca, en la que los aficionados animaron desde el inicio a los suyos, conscientes de la importancia del choque, más aun después de haber eliminado ya a un equipo de Primera y con la confianza de poder convertirse en el 'matagigantes' que se hizo el Mirandés la pasada temporada.
 
Sin nada que perder y mucho que ganar salieron los guipuzcoanos a jugar de tú a tú al Málaga de Champions, que ya sufrió para eliminar a otro Segunda B en dieciseisavos: el Cacereño. 
 
El Málaga, ausente
 
En un campo bastante irregular, fueron los locales los que comenzaron acercándose al área rival, primero con un centro que atrapó Kameni sin problemas en el minuto 6 y, dos minutos más tarde, con un disparo lejano de Diego Jiménez que se perdió por línea de fondo.
 
Pasado ya el cuarto de hora comenzó el Málaga a rondar más los dominios de Altamira. En el 16' tuvieron una buena ocasión desaprovechada por la lentitud de Buonanotte a la hora de decidir si chutar o pasar. No salieron seguros los pupilos de Pellegrini, quizá por el estado del césped o quizá por las numerosas novedades en el once, en el que los jugadores con menos minutos deseaban demostrar su calidad evitando los errores que pudiesen condenarlos en futuros partidos.
 
La presión del Eibar hizo que los blanquiazules no tuviesen tanta posesión de balón como quisieron y, por tanto, careciesen de opciones. En el 27', Altamira sacó una mano para despejar un córner botado por Duda, antes de que los visitantes rematasen en el segundo palo. 
 
Como sucedió ante el Sevilla, no fue hasta pasada la media hora cuando el Málaga empezó a equilibrar más las fuerzas con su rival. Un guerrillero Buonanotte puso un buen centro desde la izquierda al que no pudo llegar su compañero tras resbalarse cuando pisaba la frontal del área.
 
Avisa el Eibar
 
En el minuto 36 llegó la mejor ocasión de la primera mitad. Un centro desde la izquierda acabó en los pies de Capa, que con la diestra remató un balón que salió lamiendo el poste derecho de Kameni. Apenas dos minutos más tarde volvieron a avisar los guipuzcoanos, esta vez con disparos de Jito y Aketxe, que no tuvieron consecuencias en el marcador.
 
Se llegó así al final de una primera mitad en la que el Málaga no se sintió cómodo, y al que tanto el Eibar como las condiciones del campo le impidieron desplegar su juego. Pocas ocasiones en los primeros 45 minutos, en los que los locales lograron crear más peligro que su rival.
 
Tras la reanudación fue Capa el que comenzó dando guerra, al intentar una jugada individual que acabó cortando la defensa malaguista. Lo volvió a intentar el jugador del Eibar tras una buena acción del equipo, pero no llegó al balón después de resbalar dentro del área, como ya le sucedió en la primera mitad al Málaga, en un césped en bastante mal estado.
 
Seguía sin arrancar el partido, especialmente por parte del Málaga, que estuvo más bien ausente sobre el verde. En el 57' el centro de Monreal no encontró rematador, pero parecía que poco a poco se iban desperezando los blanquiazules.
 
Pasada la hora de juego introdujo Pellegrini el primer cambio, al dar entrada al canterano Juanmi por Saviola. En el 65', Duda tuvo una gran ocasión al golpear con la zurda una falta que acabó en manos de Altamira. Fue entonces cuando se produjo el primer cambio en el bando local: Mainz por Aketxe. El navarro tuvo enseguida su primera internada en el área de Kameni, obligando a Weligton a meter el pie para sacarle el balón. Mientras, la grada seguía animando al ritmo de: "Volveremos a Segunda" y "Sí se puede". No tardó Garitano en hacer el segundo cambio, pues en el 72' dio descanso a Jito para hacer a Errasti saltar al campo.
 
Golpea Añibarro y responde Onyewu
 
Estuvo más enchufado el Eibar y al final obtuvo su premio. En el 73', Bingen botó una falta lejana desde la derecha que Añibarro rozó con la diestra para poner el 1-0. Estallaron de alegría la grada y el equipo, que veían recompensado su esfuerzo en el marcador. Nada más encajar el tanto, Pellegrini dio entrada a Iturra por Recio, probablemente para buscar más solidez en el centro del campo. Poco después, y probablemente descontento con la faceta ofensiva, el chileno probó metiendo a Fabrice por Duda, mientras en el bando contrario Yuri entrada por Del Olmo.
 
Intentó Sergio Sánchez una vaselina desde fuera del área que se estrelló en el larguero, después de que Altamira tuviese que sacar una mano para despejar el anterior lanzamiento malaguista. Pasaban los minutos y el Málaga no lograba darle la vuelta al marcador. En el 89', Weligton remató un balón que acabó sacando Bingen. Insistieron los visitantes en los últimos minutos, y lograron su propósito. 
 
Cuando apenas faltaban unos segundos para acabar el tiempo de añadido, una falta botada en el centro del campo sirvió para que Onyewu -cuyas actuaciones han sido más que cuestionadas- rematase ante una mala salida de Altamira para colocar el definitivo 1-1.
 
Empate que sabe a victoria para un Málaga insulso que no demostró su categoría ante un Segunda B que quizá mereció más. Todo queda abierto para la vuelta, que se disputará en La Rosaleda el próximo 8 de enero. Ahora toca pensar en el Madrid.
 
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Foto: Marca.
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Sobre el autor
Rocío Bonachera
Licenciada en Periodismo y máster en Periodismo Deportivo. Coordinadora de la sección del Málaga y editora. Redactora del Málaga y del FC Barcelona en Vavel.com y colaboradora en The Best Football (Radio Vavel). Antes trabajé en la Ser, Hispagenda (Bruselas), 20 Publicaciones e Impresiona. Me encantan los nuevos retos. [email protected]