El Estadio de Balaídos acogió un duelo entre el Celta de Vigo y el Málaga CF que resultó ser algo insípido en algunas fases del encuentro, aunque los 22 futbolistas se esforzaron para mantener la competitividad durante los 90 minutos, hecho que desembocó en un resultado incierto que mantuvo expectantes a los aficionados.

Pocos incentivos

Los dos equipos protagonistas ya tenían claros sus destinos para la próxima temporada antes de iniciarse el partido. Los vigueses, tras una brillante temporada, ya estaban clasificados para la próxima Europa League, mientras que el Málaga CF, tras una temporada llena de altibajos, ya se había quedado sin opciones de alcanzar los puestos europeos después de haber conseguido la permanencia sin sufrir.

Solo para los locales el partido tenía algún incentivo. El equipo entrenado por el Toto Berizzo tenía como objetivo sumar los tres puntos ante el Málaga CF para asaltar la quinta plaza de la tabla, única que da acceso a la Europa League directamente, sin necesidad de disputar una eliminatoria clasificatoria. El equipo de Javi Gracia, por su parte, solo tenía el incentivo de mantener la octava plaza para terminar la temporada lo más arriba posible, objetivo del que siguen dependiendo de sí mismos para lograrlo.

La poca importancia de los tres puntos afectó a la vistosidad del partido. El Celta, espoleado por sus aficionados, salió con más ganas y tuvo las mejores oportunidades de la primera mitad, acciones que fueron oasis entre desiertos de centrocampismo, respeto en exceso y falta de riesgo.

Nolito, único goleador del partido

Tras varios intentos sin éxito, el Celta de Vigo abrió el marcador por mediación de Nolito. Una pérdida de balón de Cop en campo contrario cuando el Málaga CF se encontraba subiendo al ataque propició un contragolpe azul celeste, acción que llevaron a cabo los hombres de ataque de Berizzo con calidad y efectividad. El mismo Nolito se la dio a Orellana, que vio la subida por banda derecha de Aspas y este centró para que el gaditano marcara a puerta vacía.

En la jugada del gol, el balance defensivo del Málaga CF quedó en evidencia. Es cierto que el equipo andaluz se encontraba en proyección ofensiva cuando Nolito recibió el balón, pero el repliegue no fue bueno. Nolito, Aspas y Orellana causaron estragos aprovechando los espacios que dejó la zaga costasoleña, que echó en falta ayudas de los centrocampistas en la acción. Lo que debería haber sido una superioridad numérica notable del Málaga CF terminó siendo un tres para cuatro, con una superioridad mínima que no fue suficiente para parar el talento ofensivo del Celta de Vigo.

El gol no causó un impacto inmediato en el partido, que siguió igual durante los 15 minutos que restaban de primera mitad. Sí fue importante para la segunda mitad, que se contó con un Celta de Vigo conservador, consciente de la situación en la que se encontraba en el partido, y con un Málaga CF más valiente y que quemó sus naves para conseguir sacar algo positivo de Balaídos, algo que finalmente no pudo conseguir.

Ochoa y Camacho, protagonistas de la segunda mitad

El guardameta mexicano y el centrocampista aragonés fueron los principales protagonistas de la segunda mitad. El ‘13’ blanquiazul, que ya había sido importante en la primera mitad deteniéndole un mano a mano a Nolito, evitó un gran gol de vaselina de Iago Aspas desviando lo justo el balón, que se colaba en la portería malagueña. Camacho, por su parte, tuvo las dos mejores ocasiones en sus botas cuando disparó en las dos acciones al primer toque y quizá demasiado forzado.

Rubén Blanco y su particular revancha

Rubén Blanco, guardameta celeste, ya jugó ante el Málaga CF en la primera vuelta, y seguramente recuerde los dos partidos ante los andaluces con sentimientos opuestos. Si en La Rosaleda tuvo una actuación desafortunada que fue clave para la derrota de su equipo, en Balaídos fue determinante para que el Celta de Vigo sumara los tres puntos ante el Málaga CF. En la primera mitad rechazó un bien ejecutado libre directo de Recio, y en la segunda sacó un milagroso pie en la primera de las dos ocasiones de Camacho. Momentos puntuales a parte, mostró una gran seguridad durante todo el encuentro.

En el capítulo de las amonestaciones, solo Ricca y Recio vieron una cartulina amarilla por parte de Del Cerro Grande. Ni el uruguayo ni el andaluz estaban apercibidos, por lo que no se sumarán a Rosales y Juan Carlos en la lista de bajas para el último partido de liga, que tendrá lugar el próximo domingo a las 12:00 horas ante la UD Las Palmas con La Rosaleda como escenario.