Y se hizo la luz, el Málaga se hizo, por primera vez en lo que llevamos de temporada, con los tres puntos de una manera clara y sin discusión. Y todo eso, en el mejor escenario posible, como homenaje al albergue donde ha tenido lugar el mejor fútbol malagueño desde hace 75 años, un lugar que ha vivido descensos, ascensos, victorias históricas, decepciones, unos cuartos de Champions League, pero siempre ha sido el templo particular de cada malaguista, por el cual sienten un cosquilleo especial cada vez que se acercan a él.

No pudo ser mejor homenaje, sobre todo, para una afición entregada que gritaba durante gran parte del encuentro: '¡Cumpleaños feliz!'. La victoria era más que necesaria y más, sabiendo el próximo viaje que es nada más y nada menos que al Vicente Calderón, ante un equipo herido tras la derrota en Sevilla.

El comienzo del partido, a pesar de la victoria, no fue muy diferente al de los demás encuentros. El cuadro pepinero salió concentrado desde el inicio y bastante compacto, mientras que el conjunto blanquiazul salía con las novedades de Koné, Kuzmanovic y Jony, pero empezaba despistado el encuentro. La prueba de esto está en que en el minuto cuatro, Kameni ya tuvo que desbaratar una ocasión clara del Leganés. La primera ocasión malacitana no llegaría hasta pasado el primer cuarto de hora, cuando Jony fusiló en una falta al borde del área a Serantes, pero el guardameta la atajó sin problemas. A partir de ahí, el equipo empezó a carburar desde la zona de Kuzmanovic, el jugador con más clase en el centro del campo, y que iniciaba las jugadas desde atrás. Sandro se internó en el área chica, pero su disparo salió demasiado cruzado.

El conjunto madrileño no daba su brazo a torcer, y en el 20' tuvo una de las mejores ocasiones de la primera mitad cuando Luciano, entrando desde atrás, remató un magnífico centro desde la derecha, pero su testarazo lo atrapaba Kameni sin problemas. Pablo, que está respondiendo a los minutos concedidos por Juande, y Kuzma fueron las claves en la fluidez del balón del equipo. Llegando al minuto 40, un desmarque eléctrico de Pablo provocó un penalti tan inocente como desafortunado para el equipo de Asier Garitano, y es que el futbolista castellonense no podía llegar al pase, que se iba por línea de fondo.

Primer gol de la temporada para Jony

El colegiado señalaba penalti, y el encargado de transformarlo sería Jony, aunque con más suspense que otra cosa. Se notó como todo el estadio se había quitado presión de encima, al Málaga le estaba costando en demasía hacer gol y, aunque fuera de pena máxima, el gol debía llegar. Pero, tan solo dos minutos más tarde, se desataría la locura en La Rosaleda cuando en una contra de manual, Sandro dejaría solo ante Serantes al Chory que, con la clase magistral que le atesora, tras un amague batió al guardameta pepinero.

Foto: La Liga
Foto: La Liga

Tras el descanso, el Málaga creció en confianza y fue a rematar el encuentro. Szymanowski lo intentaba desde fuera. En el 54', Kuzmanovic se retiraba tocado por Duda, y el equipo empezó a controlar aún más el partido. Después de una jugada bastante tosca donde la defensa no conseguía despejar el esférico, Sandro remataba de cabeza para poner el tercero en el marcador y matar el partido. Tan solo un minuto más tarde, el canario estuvo a punto de hacer el segundo en su cuenta personal con un disparo que se topó con el poste. En el 76', Ricca sustituía a Juankar.

Esperado debut de Michael Santos

En el minuto 79 debutaba Santos. El partido no daba para más, pero el charrúa quería aprovechar los pocos minutos de los que está disponiendo para demostrarle a Juande su valía. Veremos si con la falta de efectivos en las filas de Juande Ramos, el uruguayo, que llegó con un cartel de goleador importante, se va haciendo con minutos. Por primera vez en la temporada, coincidían los tres uruguayos (Ricca, Chory y Santos) en el terreno de juego. A falta de escasos minutos para el final, se produjo una jugada bastante vista en este estadio desde hace años, y que fue el mejor colofón posible para una tarde magnífica para el malaguismo. Una falta botada desde la derecha por la zurda de oro de Duda encontró la cabeza de Camacho que, con la coronilla, puso el balón donde ningún portero podía llegar. Un auténtico golazo.

La mejor noticia de todas es que el equipo no recibió gol por primera vez en la temporada y dio la sensación de que, si el Málaga golpea primero, será un equipo difícil de remontar. La próxima jornada toca visitar al Atlético de Madrid, donde el conjunto de Juande Ramos intentará dar la sorpresa de la jornada.