El último encuentro entre ambos equipos podría definirse como un partido duro, en el que el Atleti se mantuvo al límite del reglamento en más de una jugada, incomodando a la defensa malaguista y poniendo a prueba a 'Memo' Ochoa en reiteradas ocasiones. También es cierto que el Málaga tuvo varias ocasiones, todas ellas a raíz de contragolpes, que Oblak desvió como si de un muro se tratase.

Pero sin duda, lo más recordado de este choque es una acción, una contra aparentemente normal de Ricardo Horta, que le acabó costando la expulsión a Simeone, ya que en mitad de esta, cuando el portugués conducía el balón por la banda izquierda, un segundo esférico caía al terreno de juego para intentar interrumpir la jugada, por lo que el colegiado valenciano Mateu Lahoz decidió mandar a la grada al técnico argentino, como máximo responsable del banquillo colchonero.

Por lo que respecta a la segunda mitad, se puede destacar que el equipo de la capital de España salió aún más agresivo a por el partido, lo que se reflejó en varias acciones, como una fuerte entrada de Giménez a Camacho, que se quedó en amarilla. Y es que Mateu tuvo varias jugadas difíciles de arbitrar, entre ellas una mano de Miguel Torres que sancionó con amarilla, un rifirrafe entre Torres y Weligton, en el que el delantero español recibió la cartulina y un claro penalti sobre Camacho, que no fue pitado.

Llegando ahora a lo importante del encuentro, el gol colchonero, este vino precedido de un pase de Filipe Luis en el minuto 62 desde la banda izquierda, que Correa no desaprovechó. El delantero argentino recibió en la frontal del área, regateó a Charles y disparó a portería un balón, que antes de entrar hasta el fondo de las redes rojiblancas, fue desviado por la pierna izquierda de Albentosa, lo que descolocó al guardameta malaguista.

A pesar del gol y las aún más constantes llegadas colchoneras, el Málaga no tiró la toalla y tuvo un par de ocasiones claras para intentar poner en el marcador un empate que nunca llegó.

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