El Celta de Vigo será el primer rival del Málaga de Marcelo, el "Gato" Romero al frente del banquillo blanquiazul. Balaídos será sede del primer encuentro de la era felina, un escenario difícil en el que esta misma temporada se ha visto caer a rivales como el FC Barcelona. 

Un proyecto ilusionante

Tras una excelente temporada y haber hecho caja con la venta de Nolito al Manchester City de Guardiola, el Celta afrontaba la temporada con una posible incertidumbre. Sin embargo, los fichajes que fueron desembarcando en Vigo, así como el haber sido capaz de mantener a otras estrellas como Orellana, forjaron en la afición la ilusión de que el regreso del Celta a Europa sería exitoso.

Sin embargo, los de Berizzo cayeron como locales en el primer partido de Liga ante el Leganés y no supieron lo que era ganar hasta la jornada quinta cuando recibieron al Sporting.

La columna vertebral

El "Toto" Berizzo capitanea uno de esos equipos del campeonato que divierte ver gracias a un fútbol ofensivo y con muy pocos miedos. Dentro de esta idea, centraliza el peso del equipo en una serie de futbolistas más que en su variante sistema, que oscila entre algo más similar a un 4-3-3 en casa y a un 4-5-1 fuera.

Rubén Blanco es la sorpresa en la portería. El joven portero debutó con apenas 17 años y tarde o temprano se contaba con que diera el salto para hacerse con los guantes titulares. A pesar de que Sergio empezó la temporada postulándose como favorito, tras el empate a tres ante Las Palmas en la jornada 10 el entrenador argentino le dio la alternativa a Rubén. 

En la defensa un compatriota del entrenador ha sido la referencia. Federico Roncaglia, exjugador de la Fiorentina ha sido la apuesta celeste para la defensa. El futbolista comenzó como defensa central aunque a causa de las lesiones y sanciones, cuando los laterales Jonny o Hugo Mallo no han estado disponibles, Berizzo no ha dudado en darle la oportunidad en el carril, donde ha cumplido con buena nota. Ante el Málaga no estará presente por sanción, y seguramente será Sergi Gómez, siempre que se recupere de un proceso gripal, quien ocupe su lugar en el centro de la zaga.

Las rotaciones por los malos resultados iniciales y los partidos en Europa League hacen difícil atisbar un centro del campo titular, aunque sea cuál sea, Radoja ha estado ahí como testigo. El serbio es el nexo perfecto para el entrenador argentino entre la defensa y la zona de creación. Acompañado por Wass, Pablo Hernández o Marcelo Díaz, Nemanja Radoja se ha convertido en un cortafuegos imprescindible para el Celta de Vigo.

Pocos elogios se pueden añadir a la figura de Iago Aspas. El hijo pródigo volvió a casa tras su periplo por la ciudad del Mersey y Sevilla y desde entonces no ha dejado de dar alegrías. Es el Zarra de La Liga con 10 goles y su última travesura fue en el amistoso que enfrentó a España contra Inglaterra en Reino Unido cuando acortó el marcador con un soberano golazo que entró por la escuadra.

Fichajes invernales

Al contrario que en el caso del Málaga con Peñaranda (aunque aún no se ha confirmado la noticia), parece que a pesar de su interés por hacerse con nuevos hombres, el Celta no va a poner nuevas caras sobre el césped en el partido ante los malagueños

"Le he planteado al club lo que ya sabe. En los puestos de volante ofensivo y banda derecho necesitamos reforzarnos, esas posiciones están debilitadas", ha reconocido el entrenador celeste. Y es que Pione Sisto fue la apuesta (de futuro) para suplir a Nolito. El jugador danés está teniendo mayor protagonismo en competición europea que en el torneo regular, y aunque ha demostrado tener clase sobrada para jugar el LaLiga aún no tiene la personalidad suficiente para echarse el equipo a la espalda

En cuanto al volante ofensivo, las lesiones no están dejando a Orellana ser el jugador alegre que brilló en cada partido la temporada pasada. La falta de continuidad le está pesando al conjunto vigués y, de hecho, el futbolista chileno no estará ante el Málaga. Aún así, al Celta no le está faltando gol y no debe costar anotar ante un rival que lleva una media de casi dos goles en contra por partido.