1 de agosto de 1987. La península del Morrazo separa la Ría de Vigo de Pontevedra, como lleva haciendo durante décadas. En Moaña, uno de los cinco municipios que la forman, está naciendo un noble gallego. Uno noble del fútbol. Ese día llega al mundo el Príncipe de las Bateas: Iago Aspas.

En un municipio que apenas roza los 20.000 habitantes, la posibilidad de que sus futbolistas lleguen a ser profesionales es escasa. En la familia Juncal, segundo apellido de Iago Aspas, hay tres: su primo Adrián Cruz y su hermano Jonathan Aspas. Lo que sí es prácticamente imposible es que lleguen al nivel del zurdo, de Iago, del menudo jugador de anchas espaldas y potentes muslos capaz de hacer perder el balón de vista en apenas un palmo.

Iago Aspas ha sido referencia en el Celta en Segunda División, ha jugado en Anfield defendiendo la camiseta red, donde fue silbado e incluso acusado por algunos forofos ingleses como culpable de que el Liverpool no hubiera levantado la Premier League en ese genial año del equipo de Brendan Rodgers. Ha pasado por las manos (y casi llega también a ellas) de Unai Emery en Sevilla y ha vuelto a Vigo donde su regreso fue el de un ídolo al que toda la afición echaba de menos.

Este año y tras la salida de Nolito, Iago Aspas ha aumentado su presencia e importancia en el juego. El Toto Berizzo también lo reconoce: “Desde su llegada se ha transformado en un líder. En otra

Fuente: RC Celta de Vigo | Berizzo durante un entrenamiento
Fuente: RC Celta de Vigo | Berizzo durante un entrenamiento

época de su vida, en su juventud, ha sido díscolo, reacio a asumir responsabilidades, pero en su regreso al Celta se ha convertido en el ejemplo para toda la cantera. Es un hombre que creció aquí y que quiere a los colores, que no juega solo al fútbol por profesionalidad, sino que le mete a su juego pasión y eso se nota en su manera de jugar”.

El de Moaña lleva 10 goles en lo que llevamos de temporada y las ausencias de compañeros ofensivos como el ya citado Nolito o la de Orellana, quien esta teniendo una primera mitad de temporada horrible en lo que a lesiones se refiere, está provocando que Aspas tengo que reconvertirse en hombre para todo. Ser el punta que juega también de segunda punta, que se descuelga a las bandas y que ostenta el título de máximo goleador en lo que va de temporada. El entrenador argentino es consciente de ello: “Es un jugador de equipo. Es capaz de jugar en banda, de jugar por detrás del nueve o inclusive en el medio campo, porque le ha puesto a su juego unos metros que antes no tenía”.

A sus 29 años se encuentra posiblemente en el mejor momento de su carrera y esto, ha llamado la atención de Julen Lopetegui. Después de que Diego Costa tuviera que ausentarse de la lista del nuevo seleccionador español para el partido ante Inglaterra en Wembley, el técnico llamó al delantero zurdo para ocupar su plaza. Y ahí estaba el Príncipe, dispuesto a coronarse Rey en el país que le dio la espalda a su fútbol. España caía por 2-0 en el mítico Wembley, cuna y sede del fútbol anglosajón por antonomasia. Iago Aspas cabalgaba en el minuto 85' por el costado derecho. Se acercaba al aria con paso firme y hombros altivos. Stones le esperaba de cara, ofreciéndole una salida a su pierna menos buena. Pero el defensa inglés no conocía el interior de la zurda de Iago Aspas. Tras caracolear, pone el balón en la escuadra con un tiro seco y colocado inalcanzable para cualquier portero. Una obra de arte. Aspas se fue corriendo tocando y besando el escudo. Demostrando a Wembley y a toda Inglaterra que es un JU-GA-DO-RA-ZO. 

Iago Aspas, tras haber empezado el año como lo terminó (marcando goles), tiene ya al Málaga en el punto de mira. El Celta necesita remontar un inicio de temporada inesperado y tiene a Europa a 5 puntos.

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Sobre el autor
Curro Fernández Sibaja
Periodista, 1993. Málaga, Liverpool y donde haya fútbol.