Y a la séptima fue la vencida. Las siete vidas del Gato se consagraron en un partido en el que el Málaga fue mejor, pero esta vez su juego pudo verse reflejado en el marcador. Sin polémicas arbitrales, sin fallos garrafales y encomendándose a la "suerte" que parecía repeler a los intereses malacitanos; la victoria vuelve a La Rosaleda.

Siete partidos después del debut de Marcelo Romero y once tras la última victoria; los boquerones vuelven a saborear un triunfo, un triunfo vital para que el equipo del gato empiece a trepar y no tenga miedo a creer no caer de pie al mirar abajo. Las Palmas sería su víctima, que llegaría a La Rosaleda también pasando una racha negativa.

Misma tónica, resultado favorable

Las Palmas llegaba a La Rosaleda cubiertos por un ambiente hostil, donde la afición encendería el encuentro nada más empezar con una serie de protestas en forma de pitos y pañoladas (alzando tarjetas de color negro) en contra de las intervenciones arbitrales recientes, en las que el Málaga, a juicio de la afición blanquiazul, ha sido perjudicado duramente.

Sánchez Martínez, el colegiado del encuentro, se encontraría de esta forma vigilado con lupa por parte de los más de 20.000 espectadores que asistieron a La Rosaleda, cifra impulsada gracias a la gran iniciativa del club boquerón de ofrecer ofertas considerables a los estudiantes de la ciudad para que asistieran a apoyar a su equipo.

Se iniciaría el encuentro con gran intensidad por parte de ambos conjuntos, como viene siendo costumbre en los últimos partidos disputados por el Málaga. Durante los primeros compases del encuentro, la defensa malagueña fue capaz de neutralizar los intentos de internada por parte de Halilovic y de Jesé, al igual que haría la zaga de Las Palmas con el Chory y con un reaparecido Keko que tras su recuperación se gusta más y hace gustar consigo a la afición blanquiazul.

Tras varias ocasiones por parte de uno y otro equipo, la ingenuidad de los canarios propiciaría el cúlmen de las victorias del Málaga en esta temporada: las remontadas. Llegados al minuto 19, durante este choque de intensidades entre ambos equipos, Lemos se encargaría de asestar el primer golpe del partido. Una falta impecable cerca del área malacitana, ejecutada con bastante fuerza hacia el palo defendido por Kameni desconcentraría al meta camerunés para establecer el primer tanto del partido y colocar a los visitantes por delante.

El Málaga no bajaría los brazos, y se encomendaría al espíritu de la remontada, espíritu que bien les sacó de algún que otro apuro durante las primeras jornadas del campeonato, en aquellas en las que ganar no resultaba un suplicio. Así las cosas, apenas cinco minutos más tarde Fornals se encargaba de recoger un balón en las inmediaciones del área canaria que parecía no tener dueño para asestarle un golpeo que se acabaría envenenando hasta colarse por la portería de Javi Varas. Un golpeo un tanto extraño (quizá su intención no era el disparo) que acabaría trazando una parábola exquisita, de esas que hace las delicias de todo buen aficionado a este deporte. La pelota acabaría introduciéndose por la red para que Fornals hiciera el empate acompañado con algo de justicia.

El empate no hizo sino continuar con la tónica del partido. El Málaga mantenía su ápice de superioridad, desequilibrando la balanza del partido en pro de sus intereses. Alcanzado el minuto 36, Rosales se encargaría de filtrar un buen balón en diagonal por entre la defensa de Las Palmas para que Keko galopara por su banda, prolongado una jugada en la que Charles solo tendría que empujar la bola para poner a su equipo por delante. El delantero brasileño vuelve a ver puerta por segundo partido consecutivo tras su tanto ante el Villarreal.

Misma línea argumental

Tras el descanso, el partido empezó con una serie de ocasiones para ambos equipos. Charles y José Rodriguez pudieron aumentar la ventaja para los locales, y la UD Las Palmas dispuso de una gran oportunidad tras un disparo de Boateng que, sin previo peligro, acabaría rebotando en la espalda de Camacho para dirigirse hacia el palo de la portería y provocar un susto a la afición malagueña.

Fornals tuvo la más clara. Tras un error en la conducción de un defensa canario, el centrocampista le robaría la cartera para disponerse solo ante Javi Varas, que se haría grande en el uno a uno ante Pablo, leyéndole las intenciones y realizando una intervención que de no haber ejecutado pudo haber matado cualquier tipo de esperanza por parte de los visitantes.

Alcanzando el último tramo de la segunda mitad, José Rodriguez vería la segunda amarilla, siendo expulsado y obligando al "Gato" a cambiar su esquema táctico. Dio entrada a Llorente cuando ya tenía preparado el cambio de Jony instantes antes de la expulsión del alicantino.

El Málaga necesitaba la victoria como fuera, y se vio obligado a colocar hasta seis jugadores en su línea defensiva para evitar cualquier susto de los visitantes. Jesé Rodríguez rozaría el empate en la última jugada del encuentro con un disparo que se fue rozando la cepa del palo.

Con el final del partido, el éxtasis invadiría La Rosaleda. El "Gato" Romero tuvo que apurar hasta su séptima y última vida para conseguir su primera victoria con el Málaga y enterrar una mala racha que venía persiguiendo al equipo durante varios meses atrás. Con esta victoria, el Málaga continúa su escapada de los puestos de descenso, distanciándose en 10 puntos del decimoctavo clasificado, el Sporting.

 

 

 

 

 

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Sobre el autor
Sergio Ruiz de Gopegui Díaz
Periodismo en la US. Almas libertas de libretas libres